2 de marzo de 2014

Sistemas Educativos Nacionales: del absolutismo al liberalismo


A finales del siglo XVIII y principios  del XIX, se produce una transformación que afectó a todo el mundo occidental (Europa y América). El Estado organizó las instituciones  destinadas a la educación formal para ofrecer una enseñanza elemental a los habitantes de un territorio, en cada uno de los cuales dicho sistema educativo tenía una serie de características. 

A diferencia de la educación, en la enseñanza se tienen en cuenta el contexto personal de cada alumno, es decir, aspectos relacionados con la psicología, la pedagogía o el currículum cuyos objetivos están orientados a la capacidad psicológica del individuo y que mediante las teorías de aprendizaje se planifican dichos objetivos. 

La antesala de dichos sistemas educativos es el cambio de mentalidad del absolutismo (pensamiento y Estado absolutista) vigente hasta el siglo XVIII con el nombre de Antiguo Régimen hacia el liberalismo (pensamiento y Estado Liberal). Este cambio surge por una causa principalmente política y no económica. 

La educación pública y gratuita para toda la población de un territorio se comenzó a asentar entre los siglos XVIII y XIX, periodo en el que se consolidó y surgió como resultado de los Sistemas Públicos de enseñanza. Fue impulsada por reformistas católicos y protestantes con una finalidad religiosa y fue asumido por la Iglesia y las órdenes religiosas.

La principal causa de este cambio, como he mencionado anteriormente, es política ya que las revoluciones a final del siglo XVIII a las orillas del Atlántico (Independencia de Norteamérica, la Revolución Francesa, etc…) y como consecuencia se transformó el Estado Absolutista y se rompió el Antiguo Régimen con la Revolución Francesa. 

El cambio más importante fue que la sociedad se separó del Estado, limitándose la acción del Estado. Según el absolutismo, los monarcas defendían que el rey poseía un poder sin límites y que dicho poder era de origen divino, en la mayoría de los casos. El Estado era el único cuerpo social y económico del que surgían todas las decisiones. No se consideraba que Estado y Sociedad estuvieran separados. 

La gran diferencia entre el pensamiento ilustrado y el pensamiento liberal residía  en que el que primero consideraba que la razón era un instrumento básico para transformar la realidad y defender el pensamiento utilitarista para fomentar la economía. Defendía además la educación de las clases populares y los artesanos para impulsar el progreso. En cambio, para el segundo, la sociedad era un sistema autorregulado capaz de producir en el mejor de los órdenes posibles para que el Estado no interfiriera en el funcionamiento y así garantizar unas condiciones resumidas en libertad y seguridad. Esto es posible gracias a la proclamación de los derechos individuales, a la legislación y a la división de poderes. 

El liberalismo establecía una relación Estado- Sociedad en la que el Estado imponía una serie de leyes que tenía que cumplir la Sociedad pero dichas leyes eran elegidas por ellos mediante sufragio. El poder político tenía que garantizar las libertades públicas, estipuladas en los derechos individuales,  de orden político, económico y espiritual.

En el Antiguo Régimen, los diferentes estamentos cumplían o tenía diferentes funciones y derechos. El clero y la nobleza tenían derechos superiores al resto como no pagar impuestos, por lo que las leyes no eran universales. Los burgueses, grupo que había ascendido socialmente en los últimos años, se opusieron a los privilegios de la nobleza y del clero ya que obstaculizaban su ascenso social e impedían su expansión económica. Por último, el pueblo llano eran personas dependientes de los estamentos superiores. 

Con el fin del Antiguo Régimen, finalizó también la sociedad estamental, estableciéndose los conceptos de igualdad y fraternidad, igualdad jurídica (público y privado) e igualdad de oportunidades (competencia económica,  participación en la vida política  y organización social).

Esta organización social, dio lugar a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano cuya causa principal fue la Revolución Francesa de 1789. 

La idea de Nación nació del liberalismo revolucionario en el que los elementos comunes y tradicionales de la sociedad como por ejemplo la lengua o la cultura  estaban constituidos por  una unidad indivisible  de individuos, ciudadanos, frente al poder y soberanía política. 

Estas modificaciones trajeron consigo una serie de cambios en educación: La Chalotais (s. XVIII, 1763) consideraba que la educación tenía que estar a cargo del Estado, es decir, al servicio del progreso económico.

Sin duda alguna, el cambio más importante en educación surgió al considerar que la educación era igual para todos, es decir, todos los ciudadanos tenían derecho a acceder al sistema educativo garantizado por el Estado. Sistema educativo público y universal. La escuela era la encargada de transmitir los nuevos valores para construir una conciencia nacional y un colectivo imaginario que recibió el nombre de patria. 

Estos valores contribuían a la integración de la sociedad en torno a la patria para que sirviera a las necesidades de las leyes de los nuevos regímenes políticos. Apareció la instrucción pública y se incluyó la educación cívica como una serie de contenidos, catecismos políticos y se crearon símbolos y fiestas nacionales en el ámbito extraescolar. 

La división entre el Estado y la Nación no se llevó a la práctica en educación pese a que el Estado ofreció todos los medios para acceder en igualdad de condiciones a la educación. El nivel elemental de educación era universal y gratuito pero eso no implicaba necesariamente que fuera obligatorio. 

El papel principal de la escuela fue consolidar políticamente el Estado Liberal. La educación da identidad al grupo de individuos donde han nacido y los Sistema Educativos Nacionales están supeditados por el Estado pero el individuo se identifica con dichas leyes. Por lo tanto, la educación es un instrumento de poder. 

En el próximo post sobre el Sistema Educativo Nacional Francés se podrá observar como los cambios de gobierno condicionan el tipo de individuos que se pretenden lograr tras la educación. Este hecho no solo ocurre en Francia, sino que tuvieron lugar y lo seguirán teniendo según se tengan más en cuenta elementos estatalizables (izquierdas) o liberales (derechas).

Como ya adelantaba al principio del post, en cada país las características de los Sistemas Educativos Nacionales eran diferentes, aunque se pueden generalizar tres características comunes: secularización, libertad de enseñanza y sistematización. 

La secularización es el cambio de competencia de la Iglesia hacia el Estado, es decir, hasta el siglo XVIII la educación estaba en manos de la Iglesia pero en el siglo XIX comienza a cambiar debido al cultivo de la razón y de la utilidad de pensamientos científicos, empleándose criterios racionales y no teológicos. Se impuso el Estado a la Iglesia de modo que los hospitales y la enseñanza, entre otros, se convirtieron en servicios públicos. Además se llevaron a cabo muchas desamortizaciones. Dicho de otro modo, se transfirió al Estado muchas de las actividades y funciones que había desempeñado la Iglesia. 

Dependiendo de cada país y su filiación religiosa, esta separación entre Estado e Iglesia tuvo una serie de repercusiones u otras. Por ejemplo, en Francia se dejó de impartir clases de religión en las escuelas. El hecho de divergir Estado e Iglesia no implicaba que las instituciones religiosas  no pudieran crear escuelas independientes.

La libertad de enseñanza surge del derecho a la educación de cualquier ciudadano y de la necesidad de que alguien les enseñe. Las escuelas necesitan una organización de profesores que responda a las siguientes preguntas: quién enseña, en dónde se enseña y cómo se enseña. La libertad completa se consigue logrando las tres libertades: creación de centros, elección de centros y de cátedra. La libertad de creación de centros se refiere a los distintos tipos de centros que hay y las distintas formas de enseñar que tienen lugar en cada uno de ellos. La libertad de elección de centros es elegir dentro del abanico de centros y de sus distintas orientaciones. La libertad de cátedra  es la libertad de cómo dar clase, es decir, que nadie te diga o te imponga cómo dar clase.

Voy a hacer un paréntesis en este aspecto porque considero que es esencial el hecho de elegir cómo dar clase. Actualmente, y por ley, en nuestro país sólo tienen libertad de cátedra aquellos profesores que dan clase en la universidad. Legalmente puede que sea así pero mi experiencia me dice que en todos los niveles educativos cada profesor da clase como quiere. Quiero decir, se supone que hay una ley suprema que estipula que cada centro tiene un estereotipo de profesorado concreto. Siempre estuve recibiendo y haciendo las prácticas en un centro público y por eso tenga un pensamiento tan abierto respecto a la libertad de cómo dar clase, pero creo que el hecho de impartir una buena o mala clase no hace que el profesor deje de impartir clase, sea en un centro público o privado. No conozco cómo funcionan los centros privados pero sí he podido comprobar cómo imparten las clases profesores de diferentes etapas educativas y las diferencias son notables. 

Está claro que cada uno de nosotros va a tener una manera concreta de dar clase pero el hecho de que lleves más tiempo dando clase no te hace mejor profesor o que sean muy bueno en matemáticas no te hace que seas bueno siendo profesor de matemáticas, son aspectos totalmente distintos. Para mí, ser profesor de cualquier etapa educativa no se relaciona con la capacidad de dar clase, es decir, por qué se puede cuestionar la labor docente de un profesor de Primaria pero no de un profesor de Universidad. Saber más no te hace ser mejor profesor.
Quizá sea porque planteo mi futuro a la docencia universitaria porque lo que más me llama la atención sea la capacidad investigadora pero creo que es esencial reciclarse. Por ejemplo, el viernes salió la cuestión de qué preferiríamos que nuestros hijos tuvieran profesores recién salidos de la carrera o con 30 años de experiencia. La respuesta no la veo tan clase, parece lógico pensar que quien lleva más tiempo sabe o debe saber más de docencia que alguien que acaba de llegar nuevo. Mi experiencia en las prácticas me dice todo lo contrario. Tuve a una profesora con 30 años de experiencia pero para mí, con lo que me han enseñado en la carrera, no es buena profesora, o interpreto que no es así. En cambio, una de las mejores profesoras que he tenido fue en bachillerato y tampoco se lleva mucho con ella (en cuanto a edad, claro). En cambio, dos de los peores profesores que he tenido fueron de etapas superiores (Secundaria y la Universidad).

La última característica común a  todos los sistemas educativos nacionales es la sistematización, es decir, la organización de las instituciones educativas por parte del Estado para superar las características confesionales y las particularidades regionales educativas. El Estado ordeno y concretó el proceso de desarrollo de la educación, reorganizando y clasificando las instituciones. Éstas se aferraban a los modelos heredados; planes de estudio, divisiones en grados, etc… La sistematización es lo que diferencia a cada sistema educativo nacional. 

Para terminar, los métodos de enseñanza más destacables que tuvieron lugar en los siglos XVIII y XIX fueron: enseñanza mutua, congregaciones religiosas y el método de Pestalozzi.
La enseñanza mutua tenía como objetivo enseñar a gran cantidad de alumnos. Surgió en Inglaterra por las grandes aglomeraciones en las ciudades. Se trataba de enseñar a muchos niños con pocos maestros ayudados por monitores (alumnos más adelantados). Las ventajas eran claramente económicas y fomentaba la división del trabajo. Principalmente, en las escuelas donde se realizaba este tipo de enseñanza presentaban una fuerte formación cívica y moral de la infancia mediante la disciplina y el orden ayudándose de estímulos para favorecer su eficacia. 

En las congregaciones religiosas, se llevaba a cabo el método simultáneo donde el maestro daba la misma lección a todos al mismo tiempo y dirigía el aprendizaje de cada niño por separado mientras el resto de la clase realizaba otras tareas. Este hecho fue muy importante porque sirvió para organizar las lecciones por materias. La enseñanza que se promulgaba era de estricta disciplina con la regla del silencio y se aceptaba el castigo corporal.

Pestalozzi enfocó su método de enseñanza sobre todo a la educación infantil ya que fue su gran preocupación social. Su metodología se basaba en respetar las leyes de la naturaleza en relación a la evolución del niño. Los primeros años del niño así como la relación que éste desarrollara con la madre eran determinantes para el desarrollo de sus principios morales. Defendía así la experiencia directa que el niño puede tener de los objetos, es decir, la necesidad que tiene el niño de observar directamente los objetos para deducir de manera lógica y graduada las nociones abstractas. Para ello, utiliza una enseñanza de imágenes, carteles, libros con ilustraciones y elaboración de un campo de enseñanza denominado por Pestalozzi con el nombre de “lecciones sobre objetos”, siendo un elemento importante en el currículum de las Escuelas Primarias de muchos países.



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