30 de abril de 2015

Tarde-noche



Pese a que solo he ido 3 días al colegio esta semana, ha sido la semana que más he disfrutado no solo porque ya empiezo a coger confianza con mis niños sino porque yo me voy soltando en cuanto a mi rol de profesora. 

Quizá tendría que ser más decida a la hora de tomar ese rol de profesora porque ya son 4 semanas las que llevo en el colegio, pero durante este periodo he participado, aunque no he dado ninguna clase específica, e intentando acercarme al grupo, no como una profesora más sino como una profesora de apoyo. 

El lunes vino mi tutora de prácticas al colegio para vernos y conocer a nuestras tutoras del colegio. Quiso entrar a una clase para ver cómo funcionaba y la manera en la que participábamos o no dentro de ella. Como mis compañeras no estaban en sus clases la clase después del recreo y yo sí, la tutora entró en mi clase. 

Tras presentarse a los niños como mi profe, les dijo que según se portaran me pondría una nota u otra. Le tengo que decir que venga más veces porque se portaron genial, al menos la mayor parte del tiempo. Y por lo que parece la tutora de la universidad también porque me dijo que se quedaría un rato y después se iría a ver a la chica de infantil y no se fue hasta que salieron todos los niños. 

El martes se me hizo muy raro, no solo porque no paré de hacer cosas en todo el día, sino porque estuve en la universidad toda la mañana y se me hacía raro no estar en clase. Me pasé toda la mañana pensando en lo que estarían haciendo. 

Ayer entre el colegio por la mañana y las clases particulares de por la tarde no tuve tiempo de prepararme los cuestionarios que tenía que pasar el jueves, principalmente porque no sabía si incluir cuestiones para desarrollar o no. 

Esta mañana, antes de que entraran en clase, me puse a modificar los cuestionarios incluyendo preguntas para desarrollar que consideraba importantes.

En un principio no quise incluirlos en el cuestionario porque tenía pensado pasar otro cuestionario dentro de 2 semanas con situaciones distintas para observar posibles variaciones. Pero mientras iba en coche al colegio, me he dado cuenta de que en función de lo que se considere un castigo, una mentira o algo justo, se considerará como bueno o malo. De modo que de nada me servía saber si ellos consideraban que estaba bien un castigo si lo entendían de diferente manera.

Antes de escribir este post, me he leído lo que cada uno de ellos consideraba que era una mentira, un castigo o algo justo, si cada una de ellas era buena o mala y, para mí lo más importante, el motivo por el que es bueno o malo. 

Han salido reflexiones muy buenas e interesantes como "La mentira es mala porque te hace daño en el corazón", "El castigo es bueno porque aprendes de tus errores" y "Algo es bueno cuando por ejemplo todos vemos la televisión juntos. Es bueno porque es algo que tenemos derecho todos".

El motivo por el que no quería incluir las preguntas a desarrollar es porque considero que es complicado explicar con palabras la mentira, la justicia y el castigo. De hecho, mucho me han dicho que no sabían explicarlo y les he dicho que pusieran un ejemplo de ello. Personalmente pienso que tener la capacidad de explicar con tus propias palabras tu opinión te ayuda tanto a estructurar la información como a reflexionar sobre tu propio punto de vista.

Mientras estaban haciendo los deberes, les he pedido que me dijeran una canción que les gustara.  Lo primero que me han preguntado es para qué era y yo les he respondido que es una sorpresa. Para la actividad que quiero hacer con ellos la semana que viene, necesitaba música y prefería que fuese música que les gustara a ellos y no la que me gusta a mí, aunque alguna incluiré. Para mí, la motivación y el interés es la base del aprendizaje. Además aprovecharé para presentarme porque la primera vez que estuve con ellos no pude ni decir mi nombre para todos. 

Tengo ganas de que llegue el jueves para hacer la actividad con ellos, pero no quiero que llegue el 15 de mayo y despedirme de ellos. 

Por cierto, el título del post es un comentario que me puso un niño en uno de los cuestionarios porque les dije que pusieran su nombre y el mes en el que nacieron. Uno de ellos puso "tarde-noche", puntualizando, creo, al momento en el que nació. Me encantó el detalle.


29 de abril de 2015

"Pero no escribas una tesis, que tú eres capaz"

Ayer fue uno de los días que teníamos que reunirnos con la tutora de la universidad para comentar cómo iban las prácticas y cómo íbamos con el trabajo que le tenemos que entregar al finalizar el periodo de prácticas.

Le expuse el tema que iba a desarrollar y sin que dijera nada me dijo "No escribas una tesis que tú eres capaz". Me sorprendió no solo porque no me esperaba ese comentario sino porque tampoco creo que mis trabajos sean tan largos, o al menos intento que no lo sean. Y más con el tema que he elegido.

Pensaba que era mucho más sencillo desarrollar el tema del desarrollo moral, pero ayer mientras comenzaba la parte teórica del trabajo, me di cuenta de que era mucho más complejo de lo que yo pensaba. Aunque no fue impedimento para elegir otro tema, sobre todo porque considero que es un tema muy interesante y del que se trabaja poco a nivel de aula, 

Por ejemplo, la asignatura de Valores es la sustitución de Religión, algo que mi lógica no llega a entender. Considero que Valores es básico para todos los alumnos y no tiene que estar supeditada a las creencias religiosas que se tenga o no se tenga. Quiero decir, para mi es tan importante enseñar matemáticas como enseñar a compartir o enseñar a resolver conflictos.

En este ratito que tengo de descanso entre colegio y clases particulares, me he puesto a leer sobre el tema y me he puesto a pensar en qué iba a hacer con la información que sacara de los cuestionarios que voy a pasar entre esta semana y la que viene: qué voy a hacer con esos resultados, cómo los voy a interpretar, qué sentido van a tener. 

Me he dado cuenta que cada una de las situaciones que se presentan están basadas en en 3 conceptos: la mentira, el castigo y la justicia. Como son dos sesiones, en cada una de ella se presentan cada uno de los conceptos. Si lo hubiera pasado la primera semana y la última, posiblemente habría más diferencias que en un periodo de dos semanas, no solo por el tiempo sino porque no me conocían como me conocen ahora.

Lo que más me gusta de las situaciones que se plantean es que no es lo mismo cuestionar o reflexionar una situación en la que tú eres el protagonista a una en la que una tercera persona ha llevado a cabo esa situación. Ver las situaciones desde cierta perspectiva ayuda a ser más objetivo y sincero, o al menos debería. 

Lo que no tengo muy claro es si quiero que las respuestas sean anónimas o personales (si son niños o niñas, nacionalidad, tipo de familia a la que pertenecen, etc...)



26 de abril de 2015

Un día más....

Hace un par de meses, en la asignatura de "Literatura española y su didáctica", en la parte práctica, no recuerdo que libro estábamos leyendo salió el tema de la vida y que cada día era un día menos de vida. Nunca lo había visto desde ese punto de vista, ni siquiera me había posicionado al respecto, quiero decir, los días simplemente pasan. Personalmente, prefiero pensar que la vida es un día más...

... para aprender.
... para disfrutar.
... para soñar.
... para reír.
... para llorar.
... para superarse.
... para seguir adelante.
... 

Es curioso porque las chicas de prácticas somos las únicas que estamos en el patio durante el recreo por decisión propia y no por imposición del centro. De hecho, en más de una ocasión nos han dicho que podemos estar en la sala de profesores. A nivel personal, prefiero estar en el recreo porque ves a los niños en otro contexto, que aunque se encuentran en el colegio, en los que son capaces de hacer, o al menos se les permite, aquello que queda prohibido en el aula, la capacidad de hablar y de moverse.

Acorde con esto, leí una frase, no recuerdo de quién que expresa esta última frase. Decía algo así como "Durante los primeros años de vida enseñamos a los niños a hablar pero el resto de la vida pretendemos que se callen y se sienten". La realidad es espantosamente parecida a esta frase. Desde que traspasan la puerta de fuera de la escuela a las 9:00 hasta que salen por ella a las 14:00, se espera que los niños estén callados y sentados durante 3 horas, luego salgan al recreo para después vuelvan a estar estáticos y mudos durante otra hora y media. ¿Por qué?

Cuando iba al colegio, me parecía divertido ponerme a la cola para poder entrar en clase, esperar a que sonara la música para poder entrar a clase, salir y entrar al recreo y para ir a casa para comer. Han pasado 17-11 años desde entonces pero la situación sigue siendo la misma. 

Por suerte, mi tutora del colegio no es tan estricta y permite que haya cierto movimiento en el aula tanto para moverse como hablar. Personalmente, considero que es esencial porque es muy complicado, casi imposible, mantener la concentración durante 3 horas seguidas en unas clases donde no se requiere nada por parte del alumno, simplemente escuchar y callarse. 

Volviendo al asunto del recreo creo que es el momento en el que los niños se muestran tal y como son, aunque en ocasiones el profesor tenga que intervenir, pero aún así es un momento en el que pueden hacer y deshacer a su antojo, cuando se dan cuenta de las consecuencias de sus actos sin necesidad de que nadie se lo diga o se lo imponga. 

Esa libertad no solo pasa en el colegio, sino en los niveles superiores de enseñanza. En mi caso, creo que lo más valioso de la carrera son las prácticas porque es donde verdaderamente ves si te gusta la docencia o no, te lleva a replantearse si aquello que estás realizando es lo que te esperabas o no, si te ves dando clases en tu vida laboral o no, etc...

Llevo 3 semanas en el colegio y esta última semana he estado pensando como llevar a cabo una actividad en el aula con los niños y con la profesora. También quería aprovechar esa actividad para explicarles a los niños lo que estoy haciendo y mejorar la cohesión de la clase.



El tema que más voy a desarrollar es el desarrollo moral, para los que voy a pasar unas situaciones con preguntas tipo test para tener explícitamente la información de la clase, independientemente de variables como sexo, nacionalidad, familia, etc. que aunque creo que pueden influir, quiero centrarme en el aula de la clase y cómo se puede trabajar en el aula los valores esenciales para un buen clima en el aula. 

La actividad que quiero hacer es una parecida a la que hice como alumna hace unos meses en la universidad, en Lenguaje plástico y visual. La actividad consistía en modelar arcilla inicialmente haciendo cada uno sus figuras y después elaborar entre todos unas figuras utilizando la música como motivación a dicha elaboración. En la segunda parte de la actividad, se necesita que los alumnos estén en grupos iguales, que cada uno tenga su arcilla y sobretodo que la figura a modelar sea igual para todos. Por ejemplo, si hay 5 personas en cada grupo, comienza la música y empezábamos a modelar nuestro propio bloque hasta que cambiaba la música y lo tenías que pasar al compañero de la derecha. Ese proceso se repetía tantas veces hasta que cada uno volviera tener su propio bloque. 

Me parece muy buen símil entre el bloque de arcilla  y la clase ya que entre todos aprenden y se regulan como grupo. También porque tienen la manía de chivarse y mentir sobre lo que hace uno y otro. De esta manera, espero que sean capaces de entender que independientemente de lo que hagan cada uno han sido capaces de reconstruir aquello que les llega. Es decir, cuando alguien se queja explícitamente de alguien en clase, la profesora siempre les dice que los únicos que pierden son los que no están atendiendo o están haciendo otra cosa de la que ha impuesto la profesora. O al menos me gustaría que comprendieran eso con esta actividad. 

También es una buena manera de fomentar el respeto ya que no es bonito ni feo lo que te llega porque puedes cambiarlo a tu antojo. Cada figura va a ser distinta pero tiene en común que es una construcción entre todos, en la que cada miembro del grupo ha participado.

Eso sí, no quiero trabajar con arcilla porque si la utilizo no sé dónde va a acabar. Por eso la sustituyo por plastilina. Son 27 alumnos así que tenía un problema con los grupos ya que salían 3 grupos de 7 y un grupo de 6, pero pensé en que la propia profesora participara en la actividad. No sé si quiero que lo sepa o no, pero considero que esta actividad y más por el objetivo moral que quiero conseguir es esencial que participe ella porque en unas semanas me iré del colegio y volverá a estar la clase antes de que yo llegara. 


22 de abril de 2015

"Algo ha pasado pero no sé qué es..."

En estas últimas semanas, en las prácticas tengo la manía de quitarles durante un periodo corto de tiempo un objeto con el que los niños se distraen fácilmente. Y no sólo se distraen ellos sino los demás.

Sé que cada situación es distinta, pero es que la hoy ha sido muy graciosa, al menos a mí me ha hecho gracia. 

Como ya expliqué en post anteriores, quiero diferenciarme del rol de la profesora así que mientras la profesora explica aprovecho para observar a los niños, si hablan sobre lo que se está explicando, si se distraen, si atienden, etc... 

Precisamente fijándome en su concentración, estaba una niña jugando con la regla y por miedo a que se hiciera daño se la quité. Como es lógico se enfadó por ello aunque puso más atención en la explicación, al menos esa fue la sensación que me dio. 

El caso es que no sé en que momento le dejé la regla encima del libro y volvió a ponerse a jugar con ella, eso si ya no podía hacerse daño, motivo por el cuál ya no me molestaba tanto que jugara con ella, aunque su atención fuera menor. 

Una de las veces que me miró ya no tenía yo la regla porque la tenía ella, de hecho la estaba tocando. Al verme a mí sin la regla, la niña se quedó extrañada y se dio cuenta que la volvía tener ella. 

Ese momento, ese proceso, no sé cómo denominarlo se reflejó perfectamente en su cara. Lo que fue más gracioso aún, es decir, el darse cuenta de que algo había pasado y no sabía qué exactamente, notaba algo raro pero no sabía qué era. 

Antes de comenzar a escribir este post, organizando cómo lo quería explicar y recordando la cara de la niña y lo que pudo sentir, me acordé de una lectura de primero de carrera. Se suponía que a partir de esa lectura teníamos que contestar una cuestiones. La primera lectura no sé como llamarla porque no leerla y leerla como la leí fue lo mismo, me quedé igual. Las siguientes veces fui comprendiendo cosas pero la primera que la leí del tirón y sin prisa no me enteré de nada. 

Ahora me río de lo que pasó pero me sentí inútil al no haber entendido nada del texto, porque si aún hubiera entendido una parte y otra no, pude y puedo sentirme mejor conmigo misma pero si ni siquiera retuve nada, ¿con qué me estaba distrayendo yo?

Entiendo perfectamente a los niños porque 3 horas sentado en un mismo sitio y escuchando siempre un mismo tono de voz cansa. 

19 de abril de 2015

Inferencias deductivas



Supuestamente, quería aprovechar este tiempo que tengo libre para dedicarlo tanto a la investigación, que últimamente no tengo tiempo para leer sobre ello, como al tema del prácticas sobre el que quiero basar mi trabajo de análisis, sobretodo para encontrar cuestionarios relativos al desarrollo moral en el aula y a los valores del grupo.

Pero cuando venía hacia Guadalajara, reflexionando sobre como había ido la semana, me he parado a pensar sobre una contestación de mi profesora de prácticas cuando le comenté que estaba realizando una investigación en la universidad sobre Burnout. Su comentario fue algo así como "No habrá casos de quemados en los profesores de universidad porque para 3 horas que trabajan".

Hace unos meses, tomando algo en un bar, salió el tema de la docencia hablando con unos amigos. En realidad, estábamos hablando de otro tema que no recuerdo y oí un comentario que decía "La mejor profesión es la de profesor: tienen 183 días de vacaciones al año y cobran un pastón".

Mientras estaba aclarándome sobre lo que hicimos la semana en el colegio, para poder realizar el diario del Prácticum, me di cuenta de que ese tipo de vinculación, la que se ven en los dos comentarios anteriores, es la que vi el año pasado en Habilidades de Counselling. Es decir, a partir de dos premisas obtener una tercera que necesariamente es considerada absoluta e irrefutable sin tener que comprobarlo para saber si verdaderamente es válida.

Por desgracia, mi memoria no es buena para recordar nombres, pero creo recordar que distinguíamos varios tipos de juicios en función de si tenían base sensorial o no,  si podíamos demostrar que las inferencias obtenidas eran verdad partiendo de casos particulares hasta llegar a una premisa que se considera válida, lo que llamábamos inferencia deductiva. 

Teniendo eso en cuenta, se consideran los comentarios anteriores como inferencias deductivas que se toman como verdaderas de manera absoluta. 

En el primer caso, no sé hasta qué punto un profesor de universidad puede estar quemado, o lo mismo para un profesor de Infantil o de Primaria o de la ESO o de Formación Profesional y las diferencias entre ellos, es decir, las variables que hacen que un profesor esté quemado o no, independientemente del grado de docencia que imparta. De eso precisamente va la investigación.

Me llamó la atención lo convencida que estaba la profesora al hablar sobre el tema, considerando que la docencia en la universidad había menos horas de clase que en la docencia en Educación Primaria. Personalmente, creo que se refería a docencia presencial en el aula y en el centro educativo.

En cuanto al segundo caso, y en contraposición a mi actuación en el primer caso, le pregunté que porqué sabía que era así y me dijo que conocía a alguien que se lo había dicho. Como estaba muy convencido le dije que si lo sabía porque no se hacía profesor, a lo que ya no supo responderme, pero seguía teniendo clarísimo que estaba en lo cierto.

No es la primera, y no será la última vez que escucho ese tipo de comentarios en los que se da por hecho que los profesores tienen muchos días de vacaciones y cobran mucho. Es cierto que no sé lo que cobran pero sé que lo de las vacaciones no es verdad. 

Por ejemplo, hay unos argumentos que dicen que tienen la tarde libre y los fines de semana y en parte es cierto porque los fines de semana no trabajan físicamente en el centro educativo, pero la preparación de las clases, la organización del temario, la preparación de las actividades y de las sesiones ocupan gran cantidad del "tiempo libre" que tienen los profesores. 

Cuando me preparo mis clases particulares, el tiempo de organización del tiempo, la distribución de lo que pretendo hacer y de lo que me gustaría hacer, de elaborar las actividades, los esquemas y los mapas, es mucho más tiempo que el que estoy con mi niña. 

A nivel personal, considero que en la docencia el dinero no es importante, pero sí el tiempo de dedicación a la preparación de las clases, algo que tanto desde el punto de vista del alumno como del profesor se nota si se ha trabajado previamente o no. 

Considero que es una profesión poco valorada fuera del mundo de la docencia y creo que en cierto modo se ve influida por la experiencia de la gente y de lo que pretendían al ir a la escuela. Ayer en casa de mi abuela, mi padre y mis tíos estaban hablando de la escuela, de los castigos de los profesores, de la violencia que imperaba entonces y que se consideraba como algo normal. No sé hasta qué punto esa concepción de la docencia sigue presente, no en la vida real, claro, pero sí en el recuerdo de los niños que vivieron y sufrieron esos castigos y cómo esa experiencia ha influido sobre la manera en la que se concibe al profesor, como alguien individualista, egoísta, violento y distante de los alumnos, no solo por parte de los adultos sino también por parte de los estudiantes actuales influenciados por el pensamiento de los padres.

La educación ha cambiado mucho desde entonces, pero quizá los recuerdos del miedo al profesor, de que el profesor tuviera la potestad sobre el niño, de poder decidir sobre él sin tenerle en cuenta en el proceso de aprendizaje hacen que la figura del profesor haya degenerado desde entonces. 

Llegados a este punto, tanto los comentarios iniciales como el mío, son un claro ejemplo de inferencias deductivas. Lo que más me gusta de este tipo de inferencias es que son subjetivas y, por tanto, criticables, mutables y reflexivas. Puedes estar de acuerdo con ellas o no, pero eso no las convierte en verdades absolutas e irrefutables. 


"- ¿Eres dura?"

Desde el año pasado, seguramente después de las prácticas, comencé a tomar conciencia del rol que estaba llevando a cabo inconscientemente, es decir, el hecho de estar una clase como una observadora, que en ocasiones puntuales tomaba el rol de profesora, y cómo debía actuar en función de dicho rol.

Lo malo de las prácticas del año pasado fue el tiempo, en 4 semanas no te da tiempo a conocer el clima del aula, las dificultades de los alumnos, las distintas etapas en las que se encuentran, etc... Es cierto que no es el objetivo de las prácticas de primero, aunque no llego a entender cómo están organizados los objetivos de cada periodo de prácticas. 

Desde mi punto de vista, lo importante en las prácticas es saber desenvolverte con la información teórica que tienes. Recuerdo que el objetivo principal de primero era sacar la información de los documentos oficiales del centro, algo que no tiene porqué estar relacionado con la realidad.

También considero que es muy importante el tutor que tengas en el centro, es decir, la manera en la que te considera haciéndote partícipe en las clases o no y la función que vas a desempeñar durante tu periodo de prácticas. 

Volviendo al rol que comentaba al principio me noto diferencias según en el contexto en el que me encuentre:

En las clases de la universidad considero que debo participar activamente o al menos tener cierto grado de concentración para poder comprender lo que se está explicando. Eso no quiere decir que siempre tenga el mismo grado de interés y motivación al respecto, algo que considero que debe salir del profesor.

En las prácticas del colegio, donde mi rol es un punto intermedio entre observadora y profesora, requiere que mi grado de concentración sea mayor, desarrollar capacidades y habilidades a la hora de trabajar en el aula (y cómo las capacidades y habilidades varían en función de la edad) y, sobre todo, me permite notar las diferencias entre los roles del profesor y de los alumnos. Cómo manejar los silencios en función de las demandas, cómo notar las transiciones entre un estado más excitado de uno más calmado y qué hace que ese cambio se produzca, notar la interacción del grupo, el enfado de unos y la alegría de otros. 

En cambio, en las clases particulares, en la que mi rol es completamente diferente al de las situaciones anteriores, me tomo la libertad de cambiar de rol en función de lo que deseo conseguir. Por ejemplo, cuando estoy repasando inglés con mi niña (en realidad repasamos las dos) y hay alguna palabra que no sabe lo que significa, la mayoría de las veces sé la respuesta pero prefiero que lo busque ella, para que así se acostumbre a utilizar el diccionario y para darle cierta autonomía tanto mía como de su madre. Aprovecho estas situaciones, no solo porque es uno de los objetivos principales de la madre de la niña, sino porque considero que es esencial dotar de autonomía, sobre todo teniendo en cuenta que el paso de Primaria  a la ESO es fuerte en cuanto a la manera de tratar a los alumnos, al menos es el recuerdo que tengo.

El título del post es una pregunta que me hizo una niña de 2º cuando me estaba presentando en esa clase. No me la esperaba, por lo que la contestación fue totalmente improvisada, "Si os portáis bien, no". Por suerte o por desgracia, a los 5 minutos vieron que la respuesta era verdad, ya que un niño estaba jugando con la botella de agua mientras sus compañeros se presentaban y, tras avisarle varias veces de que se la guardara, se la quité. El niño se quejó por mi actuación y me dijo que se la diera a lo que le respondí si la iba a utilizar y me dijo que no. Cuando se calmó, se la devolví.

¿Qué significa "dura" para la niña? ¿Soy una profesora "dura" para el niño al que le quité la botella? ¿Una profesora que chilla es considerada como "dura"? 

A nivel personal, no me importa que los alumnos hablen mientras están haciendo los deberes pero hay algo que considero que es básico en las relaciones y es el respeto tanto entre el profesor y el alumno como entre los alumnos. Por eso considero que el tono del profesor y el no hablar mientras los compañeros hablan es esencial para poder interactuar con los alumnos. 

Esos dos aspectos son los que intento trabajar con los niños de mi clase siempre que estoy con ellos a solas. El otro día un niño se hizo una herida y me quedé en clase con los demás mientras la profesora se fue a curarle, y había varias manos levantadas para hablar. Le dije a uno que hablara y los demás comenzaron a comentar lo ocurrido y enseguida les dije que mientras una persona habla los demás escuchaban. No funcionó del todo bien porque comenzaron a hablar en grupos pero en bajito. 

La semana pasada, no recuerdo qué día, estaba sola con la clase mientras tenían que hacer los deberes y llegó un momento que se callaron todos. Me pareció extraño porque no les había dicho que se callasen pero fue un momento en el que trabajaron como grupo y se tranquilizaron los unos a los otros. 

Tengo la sensación que, salvo en Educación Física, no están acostumbrados a trabajar en grupo y no terminan de ser un grupo cohesionado. Llevan 4 años juntos y parece que algunos valores o bien no se han trabajado lo suficiente o bien el hecho de tener a alguien nuevo en clase hace que la clase esté más revuelta.

Volviendo al rol que tengo en el colegio, el hecho de tener cierta distancia tanto con el rol de la profesora como el de los alumnos hacen que ni la profesora me vea como una alumna, ni los alumnos me vean como una profesora. De hecho, los niños del colegio cuando se refieren a mí me llaman por mi nombre.

No me considero "dura" en el sentido de hablar con los alumnos, ni en resolver conflictos, pero sí me considero "dura" en el sentido de castigar cuando no me hacen caso. De hecho, esta semana castigué a un niño fuera de clase porque no paraba de hablar. Al principio le pareció buena idea porque pensaba que así estaría más cerca de su interlocutor, pero se dio cuenta de que fuera de clase significaba en el pasillo y no le hizo tanta gracia. 

Pienso que no se puede trabajar con cierto grado de excitación y sobrecarga y es algo que no se trabaja en el aula, sino que lo más fácil es castigar. Es cierto que minutos antes y después del recreo son los peores para volver al temario, sobretodo porque es fácil que haya surgido algún conflicto en el recreo  y sea necesario resolverlo para poder continuar la clase. Pero considero que es esencial dedicar 10 minutos a realizar actividades de relajación en momentos donde el nivel de excitación y sobrecarga son elevados. 

14 de abril de 2015

Originalidad

En estas semanas no he tenido tiempo de escribir, algo que no termino de considerar como bueno o malo. Hace justo una semana comencé las prácticas en un colegio de Guadalajara, distinto al del curso pasado. 

Quise cambiar no solo porque mi experiencia del año pasado no fuese como me la esperaba, sino porque para mí, lo más valioso de docencia, es que no hay una única manera de enseñar, y por tanto de aprender, y los resultados obtenidos son muy distintos. Es una característica que se ve muy claramente en los sistemas educativos que se consideran eficaces. Tomando las mismas medidas no se obtienen los mismos resultados.

El caso es que la primera hora con mi clase me sonó un tanto rara. Hay 27 niños y, como pude comprobar y compruebo cada día, es muy difícil mantenerlos callados. Una de las veces que estaban armando jaleo, oí una campanita, no sé durante cuanto tiempo, pero recuerdo que me extrañé mucho, hasta que me dí cuenta de que era la profesora quien lo hacía sonar. Pensaba que era un simulacro de incendios, pero por suerte o por desgracia para mi cabeza no fue así.

Las primeras veces resulta hasta gracioso, sobre todo porque lo vinculé con los poco que sé sobre las investigaciones que realizó Pavlov con los perros en el campo de la psicología. Por el tiempo que llevo escuchando la campanita, los perros son más eficaces que los niños. Personalmente, creo que los niños han creado cierto pasotismo a dicho estímulo y no parece importarles el ruidito.

No es algo en lo que estoy de acuerdo con la profesora, pero sí que es cierto que tiene cierto grado de fiabilidad, al menos durante un tiempo. El segundo día le pregunté si había probado otras maneras para tranquilizarles   y no mandarles callar gritando, porque para mí no tiene sentido. El hablar cuando alguien habla tampoco es cuestión de edad, otra cosa es la picardía que tengas para hacerlo. 

Por ejemplo, cuando estaba en primero de carrera, una de las profesoras de PDE nos mandaba callar con silencio. El juego es levantar la mano y callarse, de modo que si ves a alguien que lo hace lo tienes que hacer tú también. Así logras que la gente se calle sin necesidad de gritar y sin campanita. De hecho, el segundo día lo intenté y funcionó pero sinceramente considero que ese no es el problema de que no se callen.

Otro ejemplo, esta tarde, sin ir más lejos, en la reunión del departamento los profesores también hablaban mientras otros hablaban. Eso sí por lo bajini. Me gustaría que a esas personas que hablan les dijeran lo que nos dicen a los alumnos  como "¿Qué es eso tan importante que tienes que decirle? Dínoslo a todos que nos enteremos". Es broma.

En clase, la profesora trabaja muy bien pese a ser muchos, quiero decir, no manda los ejercicios por mandar, sin explicarlos, sino que tras realizar la explicación se han los ejercicios oralmente y luego lo tienen que hacer en su casa. Personalmente, no estoy de acuerdo en mandar ejercicios para casa porque considero que destinar un tiempo a realizar los deberes en el aula es beneficioso tanto para los alumnos como para el profesor. Machacar con los ejercicios que si quiera sabes si lo han llegado a comprender, no tiene sentido. 

El propósito de este post es otro. En este Prácticum, uno de los trabajos que tenemos que hacer es interpretar el aula desde un punto de vista (modelos de aprendizaje, estrategias de aprendizaje, motivación, etc...). Pero como soy así, estuve buscando otros temas ya que no me terminaban de convencer. Al principio, pensé en vincular el constructivismo socio-cultural de Vygostky, la teoría ecológica de Bronfenbrenner y el desarrollo moral de Kohlberg(2). Pero ayer decidí hacerlo solo del desarrollo  moral (3), y hoy he introducido los valores (4). 

Antes de plantearme mi primera propuesta pensé en estrategias de aprendizaje (1), pero conforme iba realizando el diario de aprendizaje me di cuenta de que indirectamente estaba haciéndolo en ese trabajo así que tuve que cambiar de tema.

Mi indecisión no solo me afectaba a mí, sino a mi tutora del colegio que me iba preguntando sobre lo que quería hacer. Salvo la primera (1) que me dijo que podía sacar mucha información, en la (2) me dijo que era mucho y en la (3) al principio no estaba muy de acuerdo pero la convencí y le pareció bien. La última (4), por el momento,  no la sabe pero no creo que me diga nada.

En la (2) y en la (3) me dijo: "¡Qué temas más raros buscas!". Puede que tenga razón pero elegí ese tema porque creo que les puede venir bien para tranquilizarse y callarse en clase, para respetar a los demás mientras están hablando y dando su opinión, para no hablar mientras los demás están hablando, etc...