30 de marzo de 2014

“Manifiesto Comunista” y Revolución Bolchevique


En la sesión anterior, no me quedó demasiado claro este aspecto y por eso pensé dedicar un post específico. 

Aunque Marx no escribió un texto explícitamente dirigido a la educación, en su obra “Manifiesto Comunista” se observa una manera de cambiar la sociedad por medio de la educación. Marx consideraba que el hombre estaba alienado, es decir, no es el dueño de su trabajo y por lo tanto no se está desarrollando como persona, es un simple medio de producción. Si el hombre se hace consciente de ello, se puede producir el cambio o la revolución que debe ser rápida para acceder al poder y propiciar el cambio mediante la educación para construir una nueva idea de sociedad. 

En la obra se observan 3 grandes premisas que deben cumplirse para que la sociedad cambie:

  • Enseñanza pública y gratuita: siempre ofertada por el Estado.
  • Abolición del trabajo de niños en las fábricas: esto no quiere decir que trabajar estuviera mal, sino que esta connotación dependía de ciertas condiciones: era positivo en el sentido de que se realizaban  profesionalmente y entienden el trabajo como suyo, mientras que en otro sentido se produce alienación y explotación, es decir, había miseria y desigualdades sociales (materialismo frente a intelectualismo) y el trabajo mecánico estaba considerado  como un deshumanizador del hombre.
  •  Unificación enseñanza y producción material: si el trabajo se combina con educación se consigue una formación integrada y combinada (inteligencia, fuerza física y conocimientos tecnológicos) pagada con educación mental, ejercicios corporales y aprendizajes tecnológicos. De este modo se lograba se superación de la burguesía y de la aristocracia por parte de de los obreros, ya que estaban mejor formados tanto en el ámbito intelectual como en el manual, ámbito en el que escaseaban las clases dominantes.
  • Un rasgo importante que se conseguía con este tipo de educación era la OMNILATERALIDAD, es decir, permitía un desarrollo personal en todas sus dimensiones y se convirtió en un objetivo en educación.

Estas ideas marxistas tuvieron su impacto en Rusia con la Revolución Bolchevique, el marco político e intelectual en el que estaba sumido  el país, fue superado en varias ocasiones, aunque no todas fueron igual de eficientes.

La Escuela Única de Trabajo es un claro ejemplo de ello y estaba organizado por niveles, de tal modo que todos los niños debían pasar por el modelo, no se producía separación por edades y la enseñanza mantenía una relación estrecha con el trabajo productivo. Es lo que se denomina educación politécnica. En cambio, no funcionó.

El método por Complejos es lo que consideramos actualmente como una pedagogía centrada en el individuo cuyo máximo representante fue Blonskij, autor del método. Pero tampoco funcionó.

Tras estas dos derrotas en educación se propuso volver a los modelos tradicionales  con una ideología colectiva, laica y estructurada en 4 grandes pilares: responsabilidad, disciplina, trabajo y cooperación. El máximo representante fue Makarenko.

Todos estos modelos se consideran un intento de aplicar las ideas marxistas en Rusia, pero esta educación politécnica no se aplicó plenamente.

En cambio, esta influencia en el Sistema Educativo Ruso tuvo importantes influencias en otros sistemas. Por ejemplo, la República Democrática de Alemania implantó esta educación politécnica y en China y en Cuba Marx y Engels elaboraron versiones a mediados del siglo XIX.

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