26 de marzo de 2014

Un día de estos...


Es el inicio de la frase que más utilizamos para dar largas de comenzar algo: ordenar la habitación, hacer ejercicio, estudiar, limpiar, etc… Es decir, es una extensión de un proceso.

Algo parecido hicimos en Counselling, como continuación de los modos de representación mentales. La semana pasada estuvimos explorando sobre el primer nivel, detalle. Y esta semana tratamos el segundo nivel, la extensión. 

A diferencia del ejemplo que puse previamente, no tiene que ver con un aspecto temporal únicamente, sino que también afectan cuantificadores y cualificadores (siempre, nunca, mucho poco, todo, nada) que sirven para explicar generalizaciones.

Previamente, realizamos un ejercicio en el que por medio de triadas debíamos contar un problema poco relevante para poder trabajar con él. Posteriormente, realizamos otra secunda ronda teniendo en cuenta aspectos del nivel de extensión para poder notar las diferencias entre ambas.

En cuanto a la primera ronda, observé nominalizaciones menores y normales, aunque las primeras fueron mucho más numerosas que las segundas. Después de realizar la primera ronda, como nos sobró tiempo el tema primero que se trató volvió a surgir pero la manera en la que se trataba era distinto, ya que inicialmente, las preguntas estaban más dirigidas a contextualizar el problema mientras que en la segunda las preguntas no estaban explícitamente en el nivel de detalle. 

Respecto a la segunda ronda, al tratarse de preguntas de extensión, se produjo un cambio en el paciente, cuestionándose el problema desde otro punto de vista incluyendo ámbitos que inicialmente no se incluyeron. 

A continuación, se incluyó un nuevo rol, el supervisor, para explorar la comprensión de la historia de otra diferente persona a quien la cuenta por medio del resto de compañeros de  distinto grupo que con los que se realizaron los dos primeros ejercicios y que se encargan de comprender el asunto de las historias, pudiendo incluir preguntas que inicialmente no se tuvieron en cuenta.

Como resultados obtuve que se cuenta la historia de manera subjetiva (desde el punto de vista del paciente, en tercera persona) con algunas opiniones personales. Se reinterpreta lo que la otra persona interpreta, se presupone. 

Por último, nos volvimos a juntar con el grupo que inicialmente habíamos trabajo para preguntar las cuestiones que nos habían sugerido los supervisores. En este caso, se produjeron reinterpretaciones de las historias con la consiguiente aceptación de nuevos conceptos y concreciones, además de servir como aclaración de la misma historia. También se incluyeron preguntas que inicialmente no se tuvieron en cuenta, sugeridas por los supervisores. 

En cuanto al tercer nivel… se siente, hasta la semana que viene nada. Habrá que…



No lo hice a propósito, fue algo casual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario