30 de marzo de 2014

De las Cortes de Cádiz a la Ley Moyano (1812-1857)


El liberalismo llegó tardíamente a nuestro país por la oposición de Fernando VII al cambio. En cambio, los orígenes de nuestro sistema educativo actual tienen lugar desde la segunda mitad del siglo XVIII.

Los cambios económicos, como por ejemplo, la liberación del mercado, construcción de infraestructuras viarias y las renovaciones, hicieron aumentar los derechos y las prerrogativas del poder civil. La educación era uniformista, centralizada y secularizada y se pretendía promover las ciencias, las artes y las letras para así poder expandir la instrucción.

Los cambios escolares se convirtieron rápidamente en proyectos que no se llevaron a cabo, al igual que los planes de estudio. Una ventaja que tuvo fue dar a conocer los avances que tuvieron lugar en el resto de Europa en ámbitos diversos: metodologías, manuales, etc…

Las Escuelas de Gramática se reconvirtieron en academias y se establecieron en el currículo para ejercer el magisterio.

Pese a no alcanzar os objetivos por las oposiciones de Carlos III y Carlos IV, se adelantaron las preocupaciones por los saberes y por la enseñanza. De este modo, se originó una nueva perspectiva de sociedad, política, cultura y educación a más gente y que terminó con el Antiguo Régimen y sus medidas.

El liberalismo no fue impuesto hasta finales del siglo XIX pero de manera muy centralista y estilizado, por lo que no era muy liberal. En las Cortes de Cádiz, se instauró la soberanía nacional, la división de poderes y la libertad de imprenta entre otros. Lo más relevante de la Constitución de 1812 residía en que fue la primera constitución española en la que se dedicaba un título entero para educación, estipulando la creación de Escuelas de Primeras Letras que se encargaban de enseñar a leer, escribir y contar verdades cristianas y las obligaciones civiles.

Para elaborar ese título, el Gobierno convocó una Comisión de Sabios, en la que se encontraba Manuel José Quintana, considerando que el sistema educativo debía ser público y digno de un país libre. Ya escribí un post sobre esto.

Sin embargo, a los pocos años, las Cortes quedaron revocadas y se volvió al absolutismo, pero en el ámbito de la educación no se cambió demasiado, ya que los hombres importantes del país consideraban importante el control de la enseñanza y se dictaron 3 instituciones independientes que regularan cada nivel educativo. Aunque no mantuvieron las nuevas ciencias, retornaron a las disciplinas y manuales antiguos. El poder que ejercía la escuela en la sociedad fue utilizado para que no brotaran las ideas liberales. 

Por lo tanto, la burguesía configuró el sistema educativo español y en su origen fue concebido para la educación burguesa. En este caso, la educación secundaria era la que más relevancia tenía debido a que tenía la función de formar a los buenos burgueses, es decir, aquellos que convivieran en sociedad, respetasen la sociedad y moderaran sus pasiones y tendencias. Para ello fue necesario ampliar el currículo.

En 1834 se superó el absolutismo y los liberales se hicieron con el mando del sistema educativo, cuyo objetivo principal era facilitar la regulación y el control de la enseñanza. Para ello, se concretaron varios planes de instrucción pública en diferentes ámbitos de los que cabe destacar:

  • Plan General de Instrucción Pública: en 1836 que tenía como objetivo completar la educación de las clases acomodadas mediante la educación secundaria, para ello se creó el Consejo de Instrucción Pública.
  • Plan de Instrucción Primaria Planteado Provisionalmente: en 1838 que servía de base institucional de Enseñanza Primaria, se legalizaron las escuelas para adultos y se crearon las escuelas para Párvulos.
  • Plan General de Estudios: en 1845 gracias al cual se regularon las enseñanzas medias y las universidades.
Tras 50 años del Informe Quintana, se produjo la articulación de la Primera Ley aceptada por las Cortes, y fue la que llevó a cabo Moyano. En 1857, sometió la “Ley de Bases” en la cual se autorizaba al Gobierno para formar y promulgar una Ley de Instrucción Pública.

Esta nueva ley se aplicaba a todos los niveles de enseñanza y se buscaba el desarrollo completo y coordinado de la administración escolar, reconociendo los derechos y privilegios de la Iglesia. El Estado no financia la enseñanza superior y profesional, mientras que la educación primaria corría a cargo de los municipios y la educación secundaria estaba supeditada por las autoridades provinciales.

La Enseñanza Primaria era obligatoria de los 6 a los 9 años, aunque esa educación podía impartirse en el hogar, se redujo el pago a las familias pobres (gratuidad), se evidenciaron y constataron los diferentes tipos de escuela y se reconocieron las escuelas que tenían un currículo recortado y con profesores sin estudios.  En Madrid, se creó la Escuela Normal Central que consistía en un curso superior para maestros de escuela normal o inspectores de primera enseñanza.

La Enseñanza Secundaria, por su parte, podía seguirse en el hogar y contaba con estudios generales y estudios de aplicación. Los estudios generales corresponderían a lo que llamamos actualmente como Bachillerato tras los 9 años y se encontraban estructurados en 2 ciclos: sencilla ampliación de la escuela y conocimientos predominantes de corte humanista. Para acceder, se requieren ciertas necesidades, exigencias académicas, morales y financieras.

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