9 de marzo de 2014

Movimiento de la Escuela Nueva


Se inició en 1875 rompiendo con los límites geográficos y fomentando el interés a nivel mundial en diferentes ámbitos forjándose así una conciencia educativa global. De este modo, se expandió internacionalmente las preocupaciones pedagógicas y se aplicaron los avances en los Sistemas Educativos Nacionales con diversas instituciones, ideas e innovaciones prácticas beneficiosas. El fin era transformar radicalmente la realidad escolar. 

La II Guerra Mundial obligó a finalizar este movimiento, desapareciendo así gran cantidad de experiencias. También disminuyeron los encuentros mundiales de educadores lo que implicó una pérdida de ilusiones pedagógicas. En Europa finalizó en 1939 y en EEUU en 1955.

No obstante, este movimiento no desapareció y resurgió en la década de 1960 y 1970 como, por ejemplo, en la educación comprensiva anglosajona o escuelas libres y alternativas.

En autores como Freire y Giroux, se observa una clara influencia de este movimiento y actualmente son considerados pedagogos críticos, es decir, entienden que el concepto de democracia en el ámbito escolar es un heredero de las ideas desarrolladas a principios del siglo XX por Dewey.

Este movimiento tuvo una serie de representantes carismáticos que analizaron los distintos puntos de vista del sistema, así como sus controversias, caracterizando al movimiento con una gran riqueza ideológica  y sus consiguientes ambigüedades y contradicciones. 

El origen de su nombre vino dado por las primeras instituciones de Gran Bretaña, llamada New Schools, aunque en cada país este término fue modificado según los ideales pedagógicos y la visión de las características centrales de dicho movimiento en cada país.

Las Escuelas Nuevas son el resultado y la manifestación final de la tradición europea de reforma pedagógica que comenzó en el siglo XVI, con un explícito componente antropológico comprendiendo la educación como la interacción entre naturaleza y entorno. Las figuras de referencia fueron: Comenio, Rousseau, Pestalozzi y Froebel.

Como consecuencia de las Exposiciones Internacionales surgidas en 1850, llevadas a cabo gracias a los Sistemas Educativos Nacionales, se exhibieron una serie de vanguardias de reforma escolar general originando una serie de instituciones modélicas. Estas ideas y prácticas fueron plasmadas en el movimiento. 

La escuela Yasnaia-Poliana de Tolstoi era de carácter privado para los hijos de los campesinos y en la que se asentaron los principios de libertad, individualización, florecimiento natural de sus facultades y castigo del intervencionismo adulto (Tolstoi 1978). Esta escuela sirvió de antesala al movimiento de las Escuela Nueva. 

Los problemas que surgieron tras la industrialización, urbanización, modernización social y cultural de las ciudades se convirtieron en impulsores de las reformas, surgiendo nuevas clases sociales y expandiéndose los Sistemas Educativos Nacionales. 

Las características que propiciaron la rápida expansiones de la Escuela Nueva fueron: OPTIMISMO PEDAGÓGICO (la sociedad podía mejorar gracias a la educación cuyo papel era transformarla con la condición de adoptarse un modelo global de modernización pedagógica), INTERÉS DE LA OPINIÓN PÚBLICA EN CUESTIONES EDUCATIVAS (la educación debía ser un tema del que todos los ciudadanos debían sentirse implicados; surgieron escuelas que estaban formadas por personas interesadas sin formación pedagógica) y EMBLEMA DEL ADJETIVO “NUEVA” (se elaboraba una élite de ciudadanos que regían los destinos de cada país, es decir, cada país fomentaba un tipo de ciudadanos acorde con sus ideales y para ello necesitaba un tipo de educación u otra, de modo que la educación era un medio para conseguir un objetivo).

El contexto científico cobra mucha importancia en el surgimiento de la Escuela Nueva como, por ejemplo, con el florecimiento de nuevas teorías antropológicas originadas del evolucionismo de Darwin. También las inspiraciones filosóficas del sujeto de finales del siglo XIX asentaron una base teológica que sustituyó al realismo educativo mecanicista por la creación infantil personal. El paidocentrismo de Rousseau provocó un gran interés en estudiar la naturaleza del niño y su desarrollo autónomo e independiente de los ideales de los adultos.

La primera Escuela Nueva fue fundada en 1889 en Gran Bretaña con el nombre de Abbotsholme. Fue dada a conocer en un libro de Demolins que se llama “A quoi tient la supériorité  des Anglo- Saxons”, se divulgó con rapidez a todo el mundo y defendía que la superioridad de Gran Bretaña y EEUU sobre los demás países por la creación de estas escuelas. Las características esenciales de estas escuelas residían en: fomentar el desarrollo armónico de todas las facultades humanas (fin de la educación), enseñar en armonía familiar (la escuela es un hogar para el niño) y emplear un aprendizaje basado en la práctica y el estudio del entorno natural.  Otras características que presentaban eran: destinar 5 horas por la mañana para el desarrollo intelectual (instrucción), trabajos manuales (jardinería y carpintería) por las tardes y arte, música y teatro por las noches. 

Un aspecto destacable de este tipo de escuelas residía en el modo de relación entre profesores y alumnos. La relación era franca y de confianza. Los maestros paseaban entre los alumnos y se comportaban como hermanos mayores, aplicando en muchos casos un argot infantil, acorde con la edad de los alumnos.

Esta experiencia propició la aparición de otras como Bedales también en GB, L´École des Roches en Francia fundada por el propio Demolins (imagen) y Landeziehungsheime en Alemania por Lietz.



Las diferencias venían marcadas por: introducción de prácticas religiosas o mantenimiento de la neutralidad confesional y aplicación de la coeducación. 

Las Escuelas Nuevas debían cumplir una serie de criterios formulados por Ferrière (1915) y que se consolidaron entre 1921 y 1925 constituyendo así los 30 principios del que ya os hablaré largo y tendido en próximos posts. Una institución debía cumplir con al menos 15 de ellos para ser afiliada al movimiento.

Los 7 principios básicos que  se establecieron en la Liga Internacional de la Escuela Nueva son:
  1. SUPREMACÍA DEL ESPÍRITU: actitud, voluntad,  hacerles conscientes de sus actos, es decir, los principios que poseen.
  2. INDIVIDUALIDAD: cada niño es distinto, piensa de forma diferente y se debe desarrollar el propio pensamiento teniendo en cuenta que los demás también lo poseen.
  3. INTERÉS: generar centros de interés, no tener la escuela como una obligatoriedad sino como algo beneficioso.
  4. CARÁCTER PROPIO DE LA EDAD: estudiado por la psicología evolutiva y condicionado por las exigencias de la inteligencia y el desarrollo moral.
  5. COOPERACIÓN: operar conjuntamente, hacer ver que necesita a otro para aprender.
  6. COEDUCACIÓN: diferenciación de trato  de sexos pero ejerciendo sobre el otro  una influencia saludable.
  7. HOMBRE DIGNO: educar para el ser humano en su totalidad, es decir, preparar para formarse de manera digna.

Luzuriaga (1958), pedagogo español, diferenció cuatro tipos de instituciones adscritas a este movimiento:

  • ESCUELA NUEVA: de carácter privado e inspiradas en Abbotsholmes.
  • ESCUELAS EXPERIMENTALES: de carácter científico y ligadas a una Universidad, era un centro de prácticas pedagógicas influenciadas por la Escuela-Laboratorio de Dewey en Chicago. Se desarrollaron en EEUU.
  • ESCUELAS ACTIVAS: de carácter público y privado e inspiradas por los creadores de los nuevos métodos educativos y que sirvieron como centros experimentales de dichos procedimientos.
  • ESCUELAS DE ENSAYO Y REFORMA: de carácter público, con experiencias renovadoras que se generalizaron en Alemania y EEUU.

No hay comentarios:

Publicar un comentario