19 de abril de 2015

"- ¿Eres dura?"

Desde el año pasado, seguramente después de las prácticas, comencé a tomar conciencia del rol que estaba llevando a cabo inconscientemente, es decir, el hecho de estar una clase como una observadora, que en ocasiones puntuales tomaba el rol de profesora, y cómo debía actuar en función de dicho rol.

Lo malo de las prácticas del año pasado fue el tiempo, en 4 semanas no te da tiempo a conocer el clima del aula, las dificultades de los alumnos, las distintas etapas en las que se encuentran, etc... Es cierto que no es el objetivo de las prácticas de primero, aunque no llego a entender cómo están organizados los objetivos de cada periodo de prácticas. 

Desde mi punto de vista, lo importante en las prácticas es saber desenvolverte con la información teórica que tienes. Recuerdo que el objetivo principal de primero era sacar la información de los documentos oficiales del centro, algo que no tiene porqué estar relacionado con la realidad.

También considero que es muy importante el tutor que tengas en el centro, es decir, la manera en la que te considera haciéndote partícipe en las clases o no y la función que vas a desempeñar durante tu periodo de prácticas. 

Volviendo al rol que comentaba al principio me noto diferencias según en el contexto en el que me encuentre:

En las clases de la universidad considero que debo participar activamente o al menos tener cierto grado de concentración para poder comprender lo que se está explicando. Eso no quiere decir que siempre tenga el mismo grado de interés y motivación al respecto, algo que considero que debe salir del profesor.

En las prácticas del colegio, donde mi rol es un punto intermedio entre observadora y profesora, requiere que mi grado de concentración sea mayor, desarrollar capacidades y habilidades a la hora de trabajar en el aula (y cómo las capacidades y habilidades varían en función de la edad) y, sobre todo, me permite notar las diferencias entre los roles del profesor y de los alumnos. Cómo manejar los silencios en función de las demandas, cómo notar las transiciones entre un estado más excitado de uno más calmado y qué hace que ese cambio se produzca, notar la interacción del grupo, el enfado de unos y la alegría de otros. 

En cambio, en las clases particulares, en la que mi rol es completamente diferente al de las situaciones anteriores, me tomo la libertad de cambiar de rol en función de lo que deseo conseguir. Por ejemplo, cuando estoy repasando inglés con mi niña (en realidad repasamos las dos) y hay alguna palabra que no sabe lo que significa, la mayoría de las veces sé la respuesta pero prefiero que lo busque ella, para que así se acostumbre a utilizar el diccionario y para darle cierta autonomía tanto mía como de su madre. Aprovecho estas situaciones, no solo porque es uno de los objetivos principales de la madre de la niña, sino porque considero que es esencial dotar de autonomía, sobre todo teniendo en cuenta que el paso de Primaria  a la ESO es fuerte en cuanto a la manera de tratar a los alumnos, al menos es el recuerdo que tengo.

El título del post es una pregunta que me hizo una niña de 2º cuando me estaba presentando en esa clase. No me la esperaba, por lo que la contestación fue totalmente improvisada, "Si os portáis bien, no". Por suerte o por desgracia, a los 5 minutos vieron que la respuesta era verdad, ya que un niño estaba jugando con la botella de agua mientras sus compañeros se presentaban y, tras avisarle varias veces de que se la guardara, se la quité. El niño se quejó por mi actuación y me dijo que se la diera a lo que le respondí si la iba a utilizar y me dijo que no. Cuando se calmó, se la devolví.

¿Qué significa "dura" para la niña? ¿Soy una profesora "dura" para el niño al que le quité la botella? ¿Una profesora que chilla es considerada como "dura"? 

A nivel personal, no me importa que los alumnos hablen mientras están haciendo los deberes pero hay algo que considero que es básico en las relaciones y es el respeto tanto entre el profesor y el alumno como entre los alumnos. Por eso considero que el tono del profesor y el no hablar mientras los compañeros hablan es esencial para poder interactuar con los alumnos. 

Esos dos aspectos son los que intento trabajar con los niños de mi clase siempre que estoy con ellos a solas. El otro día un niño se hizo una herida y me quedé en clase con los demás mientras la profesora se fue a curarle, y había varias manos levantadas para hablar. Le dije a uno que hablara y los demás comenzaron a comentar lo ocurrido y enseguida les dije que mientras una persona habla los demás escuchaban. No funcionó del todo bien porque comenzaron a hablar en grupos pero en bajito. 

La semana pasada, no recuerdo qué día, estaba sola con la clase mientras tenían que hacer los deberes y llegó un momento que se callaron todos. Me pareció extraño porque no les había dicho que se callasen pero fue un momento en el que trabajaron como grupo y se tranquilizaron los unos a los otros. 

Tengo la sensación que, salvo en Educación Física, no están acostumbrados a trabajar en grupo y no terminan de ser un grupo cohesionado. Llevan 4 años juntos y parece que algunos valores o bien no se han trabajado lo suficiente o bien el hecho de tener a alguien nuevo en clase hace que la clase esté más revuelta.

Volviendo al rol que tengo en el colegio, el hecho de tener cierta distancia tanto con el rol de la profesora como el de los alumnos hacen que ni la profesora me vea como una alumna, ni los alumnos me vean como una profesora. De hecho, los niños del colegio cuando se refieren a mí me llaman por mi nombre.

No me considero "dura" en el sentido de hablar con los alumnos, ni en resolver conflictos, pero sí me considero "dura" en el sentido de castigar cuando no me hacen caso. De hecho, esta semana castigué a un niño fuera de clase porque no paraba de hablar. Al principio le pareció buena idea porque pensaba que así estaría más cerca de su interlocutor, pero se dio cuenta de que fuera de clase significaba en el pasillo y no le hizo tanta gracia. 

Pienso que no se puede trabajar con cierto grado de excitación y sobrecarga y es algo que no se trabaja en el aula, sino que lo más fácil es castigar. Es cierto que minutos antes y después del recreo son los peores para volver al temario, sobretodo porque es fácil que haya surgido algún conflicto en el recreo  y sea necesario resolverlo para poder continuar la clase. Pero considero que es esencial dedicar 10 minutos a realizar actividades de relajación en momentos donde el nivel de excitación y sobrecarga son elevados. 

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