19 de febrero de 2014

No hay nada nuevo bajo el sol. Comenio y el realismo pedagógico.

Como ya comenté en el último post, y por motivos de agenda, la figura de Comenio no se llegó a tratar con profundidad durante la sesión de la semana pasada pero sí que desarrolló en la sesión del lunes.

Debido a la gran cantidad de guerras que existían en el siglo XVII (El siglo de Oro), no solo en nuestro país sino en el resto de Europa, entre cristianos y protestantes fueron apareciendo una serie de corrientes o de movimientos ideológicos como por ejemplo, la Reforma Protestante de la secta de Calvino y la Contrarreforma Católica (defendida en España por los reyes Carlos I y Felipe II). Un ejemplo de ello fue la creación de los Jesuítas por Ignacio de Loyola, una institución creada para salvaguardar al cristianismo de los diferentes movimientos que fueron apareciendo.

Se considera que el realismo pedagógico implicó un cambio en la forma de pensar de los pedagogos de la época porque pusieron los pies en la tierra, es decir, consideraban que era importante una observación de la naturaleza cuestionando así el pensamiento de la época medieval.

Una de las sectas que surgieron fue la Unidad de los Hermanos Moravos de la cual formaba parte Comenio. Siempre fue perseguido y exiliado por ello de su país natal (la actual República Checa). En Holanda, publicó sus dos libros “Didáctica Magna” y “Orbis sensualium pictus”. Este último es considerado el primer texto escolar de occidente.

Concibe al hombre como un microcosmos que se puede modelar, es decir, defiende una idea pansófica donde se puede enseñar todo a todos. Además fue el precursor del globalismo (modo en el que el hombre se relaciona con la naturaleza), gradualidad (una organización paulatina de contenidos) y ciclicidad (enseñar lo mismo cíclicamente; programación helicoidal).

Un aspecto que me llamó la atención fue que el profesor nos dijo que Comenio defendía uno de los métodos que sigue utilizándose para aprender a leer  y escribir donde se enseña simultáneamente las letras y las palabras.

Pero para mí, lo que más me sorprendió fue que Comenio fue el primero en estipular o considerar las bases de la Escuela Moderna Democrática que como mayor aporte que proporciona a la educación del momento es organizar la escuela en salas de clases, aulas agradables, llenas de luz, limpia y con pinturas educativas en las paredes.

Esta distribución tenía la siguiente forma:

Tipo de escuela
Edades
Maternal
0-6 años
Elemental
6-12 años
Latina o Gimnasio
12-18 años
La Academia o Universidad
18-24 años

Es curioso que pese a que han pasado varios años desde entonces, esta forma de organización ha permanecido casi intacta, o al menos ha sufrido escasas modificaciones, no solo en el nombre, sino también en las edades.

Por ejemplo, en la EGBE se comenzaba con 6 años y se finalizaba con 14 y la etapa escolar superior en lugar de ser 6 años era 4, de tal forma que para acceder a le etapa superior (Universidad) la edad de acceso era la misma.

Otro ejemplo, lo que Comenio consideraba Educación Maternal, en nuestro país sólo es obligatorio escolarizar en el periodo de los 3 a los 6 años.

Una crítica que personalmente considero o interpreto que se da a entender según Comenio, aunque en ningún momento se concreta, es la obligatoriedad de pasar por todas la etapas. Posiblemente sea porque actualmente se obliguen a tener cierto nivel de estudios o de la importancia que se daba en esa época el hecho de tener estudios superiores. Supongo que sería así porque los estudios superiores como FP no habían aparecido o si lo habían hecho no se consideraban tan importantes o relevantes. Pero hoy en día creo que son más o menos equiparables.

Reconozco que tenía miedo de comenzar la asignatura porque tenía pensado que iba a ser muy teórico y el peso de la historia iba a ser muy importante. No consideraba que muchos de los contenidos sobre educación fueran tan antiguos, es decir, lo poco que sabía de filosofía me daba a entender que cada uno iba a tener su forma de comprender la educación. Pero me di cuenta de que no es tan teórico, solo es ir entendiendo paulatinamente y muchas veces las concepciones de educación no son tan dispares unas de otras, es decir, podemos estar más o menos de acuerdo pero en aspectos concretos tienen razón.

Por ejemplo, ¿el hombre es bueno por naturaleza o malo por naturaleza? Puedes estar de acuerdo con una de ellas y pensar que estás en lo cierto pero si profundizas te das cuenta que no es tan fácil de contestar. Cada uno tiene una serie de matices que te hace obtener tu propia concepción de cómo es el hombre.

Para mí, ése es uno de los objetivos que creo que se pretende en esta asignatura. No solo saber las innovaciones que ha sufrido la educación históricamente, sino que cada uno de nosotros seamos conscientes de que no vamos a enseñar de la misma forma que nos han enseñado, aunque en cierto modo nos condicione o determine para enseñar de una forma o de otra.


“Yo soy yo y mi circunstancia” José Ortega y Gasset.


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