27 de noviembre de 2015

Actividades inesperadas

No tienes remedio.

Ni quiero tenerlo.


No sé hace cuanto tiempo me encontré a un profesor que tuve en primero y me comentó que había introducido una pequeña actividad al finalizar las clases. Una especie de cuestionario para ver desde otra perspectiva las clases, teniendo en cuenta a los alumnos. Me pareció buena idea pero creía que no podía aplicarlo a mis clases particulares con mi niña.

Hasta que la semana pasada, mientras estaba haciendo un ejercicio se me ocurrió que podía introducirlo, no al final de cada sesión, sino al final de cada semana en forma de encuesta en la que mi niña pusiese hacer una evaluación de la semana, no solo de las sesiones que estaba con ella, sino en un ámbito más global. Lo hice sobre todo porque la mayor parte del tiempo que estoy con ella hacemos juegos y demás algo que sin duda nos gusta a las dos, pero sabía que había cosas que no me contaba y que ocurrían fuera del contexto de las clases particulares y que en cierta manera le influían o le podían influir.

El viernes pasado le mandé la primera encuesta y, sinceramente, creo que es una buena manera tanto para que yo tenga más información sobre ella, como para que ella evalúe como ha ido la semana y los puntos fuertes y los débiles que tiene. 

Por lo tanto, esta semana fue diferente, al menos para mí lo fue, porque tenía indicios sobre las respuestas que me daría pero cuando ya las tuve realmente, me di cuenta de cómo hacer mejor las cosas. 

El martes, sesión de una hora, estuvimos 40 minutos haciendo un ejercicio de inglés. Personalmente no entiendo el planteamiento ni el objetivo de ese ejercicio: tenía que copiar un texto, rellenar los espacios en blanco y traducirlo en le cuaderno. La cantidad de tiempo que perdimos fue increíble, para mí desmesurada. Como en esas actividades no me meto (no tienen sentido para aprender un idioma), la parte de traducirlo sí que fue mucho más dinámica, sobre todo porque una pregunta de la encuesta era qué actividades quería que hiciésemos y la respuesta fue usar el ordenador más veces. 

Hay un aspecto que siempre tengo muy presente cuando me preparo los materiales y los recursos que es dotar de autonomía a los alumnos. Es decir, no solo se transmiten contenidos conceptuales, sino que es necesario, al menos para mi, que los alumnos o los que aprenden cada vez sean más independientes. Por eso, casi nunca digo la respuesta y les hago pensar en el proceso y no en el final. Dar una receta o una fórmula es fácil, pero si no la entiendes se te termina olvidando. 

Por eso, le enseñé recursos online para que cuando no esté yo sepa dónde buscar información. También es algo que hemos trabajado, el saber dónde buscar información y recursos que puede utilizar en su día a día. Pero hay un problema con los recursos online y es que te impiden pensar autónomamente. Quiero que los utilice cuando los necesita y no que introduzca todo el texto en inglés, porque lo único que consigue con eso es limitarse. 

Si me quejaba de la actividad del martes, no sé como catalogar la sesión del miércoles. Es cierto que teníamos más tiempo, pero la actividad tenía tela: un mapa mundi físico con los ríos, lagos, mares, golfos, estrechos, cabos, montes, cordilleras, mesetas e islas más importantes de los 5 continentes. Sin contar con la primera hora (de inglés), estuvimos dos horas y media para hacer el mapa. Quedó precioso y hasta lo firmamos, pero nos costó hacerlo...  lo que no está escrito. Me guardo mi opinión sobre esta actividad. 

El año pasado, solo vimos en profundidad el mapa físico y político de Europa, y este año todo el mundo a la vez. Algo falla. 

Aun así, estas sesiones han sido lo mejor de la semana, por lo que tampoco me puedo quejar mucho. algo es algo. 



¿Ya has terminado?

Si...

¡¡¡PUES PONTE CON LOS DIARIOS!!!



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