27 de noviembre de 2013

Vuelta al cole

Desde el lunes estoy de prácticas en un colegio y lo cierto es que el primer día estaba más nerviosa que los propios niños. No sabía con qué me iba a encontrar y cómo iba a reaccionar con los niños porque nunca había trabajado con ellos.

Es verdad que lo que estoy estudiando está centrado en ello, en impartir clases a niños entre 6 y 12 pero desde hace unos meses me planteé  otras salidas como profesora de universidad. apuntar alto o ponerse metas excesivamente altas puede ser una motivación para conseguir lo que te propongas pero tienes que tener los pies en el suelo y saber si tienes posibilidades, es decir, si vas a poder alcanzar dicha meta. De cualquier modo, creo que tengo tiempo para plantearme ciertos aspectos. 

Para mí, ser un buen profesor o lo que considero que es primordial para ser un buen profesor es ser objetivo, algo que, como pude comprobar estos días, no es fácil llevarlo a la práctica. Se necesita mucho tiempo para ello y conforme vas repitiendo ciertas conductas te das cuenta en lo que fallas y en lo que haces bien, o lo piensas que haces bien. 

Cuando eres estudiante hay ciertas cosas que te molestan de los profesores y una de ellas es que te pillen haciendo lo que no debes y decir: "Yo no fui". Curiosamente, hoy estaba en el otro lado y me resultaba gracioso que me dijera que era mentira cuando lo había visto directamente. Pero más gracia me hizo cuando "no sabía" siquiera de quien era el objeto que había tomado prestado sin el permiso de la persona en cuestión. Claro está la persona en cuestión no se percató de ello. 

Parece que los profesores no se dan cuenta de muchas cosas que pasan en el aula, pero lo cierto es que muchas veces se hacen los tontos o  hacen como que no se dan cuenta, cuando en realidad no es así. 

Uno de los aspectos que más me llamó la atención desde el principio es que cuando me preguntan ir al baño o sentarse con su amigo para hacer los deberes, generalmente tengo una misma contestación para las dos preguntas: "La profe no nos deja". Aunque sea la clase de los mayores, y en comparación con la de 4º, suelen tener muy claro lo que debe y no deben hacer en clase y cómo relacionarse con los demás. Por ejemplo, en 4º suelen hablar muchos a la vez mientras que en 6º no se solapan. 

En cambio, mi primera experiencia con los de 4º nunca se me olvidará. Mientras que para los de 6º tener a una "profe" no les supone un reto grande, posiblemente porque ya sabían que iba a estar presente en las clases, para los de 4º fue toda una sorpresa y por sus caras de las grandes. La reacción de uno de los niños fue preguntarle al oído a su profesora que quién era yo. Como contestación la profesora le dijo que me lo preguntara pero parece ser que le daba mucha vergüenza. Posiblemente, con los de 4º son con los que menos interactúo porque es con los que menos tiempo paso, pero ya me hice una experta en ver si los niños tienen los ejercicios, tanto en 4º como en 6º.

Aún me quedan mucho tiempo para terminar las prácticas pero estoy poniendo en práctica la mayoría de los aspectos que hasta ahora sabía a nivel teórico y aspectos que no contaba con ellos. 

Cuando iba a la escuela lo que más me gustaba era aprender con los demás y las asignaturas donde más se podía hacer era en plástica y en Educación Física. Pasen los años que pasen creo que esto no cambia, es decir, lengua y conocimiento del medio son las asignaturas en las que más se estudia y por eso son las que más suelen costar pero plástica es totalmente distinta, ya que no es preciso estudiar, sino dejarse llevar por lo que piensas o lo que significa una cierta palabra o situación.

Hoy fue la primera clase de plástica en la estuve y el comportamiento de los niños cambia radical, mientras que las clases de lengua son más magistrales, las de plástica es una clase en la que se dota de cierta libertad a los alumnos, porque no es tan importante lo que dibujan sino lo que significa para ellos. Se escapa de lo que normalmente hacen y eso les ayuda a poder hacer el dibujo que sean. Igual que en conocimiento del medio hay alumnos que se explican mejor que otros, en plástica hay unos que dibujan mejor que otros. Pero eso no implica que uno trabaje más que otro o que se interese más por la asignatura que otros. 

Una de las frases que más me repetí en estos días fue "No te remangues" Tiene una doble connotación, no solo por el tatuaje, que tampoco es que se vea mucho, sino porque acomodarse o acostumbrarse a actuar de cierta manera no considero que sea bueno, es decir, no quiero que estar en clase me suponga una rutina en la que siempre haga las cosas de una determinada manera sino que conforme pase el tiempo no me mantenga en una forma de dar clase o en una determinada postura conforme pase el tiempo, sino que vaya actualizándome y reciclándome. Posiblemente, este aspecto sea uno de los motivos por los que me guste más la docencia en la universidad, porque considero que es donde más posibilidades tienes de cambiar a los futuros profesores ya sea enseñando o investigando. 

Todavía está por ver pero me dijeron que las prácticas condicionan mucho a la gente, es decir, si no tienes muy claro que quieres dedicarte a la docencia las prácticas te ayudan a decidirte. Aunque ya había dado clases particulares a chicos de mi edad, el hecho de estar en un aula es totalmente distinto, aunque en algunos aspectos disfrutaba más de las clases particulares pese a no tener una base como tengo ahora.








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