4 de diciembre de 2012

Principios

Cuando me puse a pensar cómo hacer este post, no me acordaba del título pero si de una frase de Groucho Marx y estuve buscándola. El caso es que salieron varias suyas y me hicieron bastante gracia. Hay una que dice "Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer".  Quitando la broma, la frase a la que hacía referencia ("Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros"), en cierto modo, es un resumen de una parte de la clase de hoy de PDD y es el título de este post, los principios.

El tema de los principios venía como reflexión y parte teórica de los dilemas morales. Cuando estableces una relación con alguien durante un periodo de tiempo más o menos largo, se forman relaciones estables. Al principio las establecemos con las personas con las que convivimos, hermanos, primos, padres y posteriormente con gente de confianza como los amigos o la pareja. Centrándome en el caso de los niños, los hermanos mayores suelen ser los cómplices de los hermanos pequeños y los que deben guiar y enseñar cómo y porque deben hacer las cosas para en el día de mañana ser autónomos. En algunos casos, son los propios hermanos mayores los que cuentas las fechorías que los pequeños han hecho comunicándoselo a la madre.

Sin embargo, en otros casos, los hermanos mayores son los encargados de los hermanos pequeños cojan confianza con sus padres y sean ellos mismos los que se lo digan a sus padres, sin necesidad, o sí al principio, de estar presentes los hermanos mayores. 

Cada uno de nosotros tiene una serie de principios, normas, leyes que fueron establecidas por el sentido común gracias a la experiencias personales que haya tenido. Pero eso no significa que unas sean mejores o peores que otras, simplemente son distintos. Las comparaciones son odiosas. Hay varios caminos para llegar a un mismo lugar, pero que más gente opte por un camino no le hace ser el mejor camino, o por el único que se debe pasar. 

Por ejemplo, en matemáticas lo que importa es el resultado a un problema determinado, sin embargo hay varios caminos para obtener el mismo resultado. En cambio, hay en determinados aspectos y situaciones de la vida que, a nivel personal, no considero que los caminos sean tan iguales o dignos para conseguir un fin determinado. 
Un ejemplo de ello, y visto desde el punto de vista de un estudiante, es el hecho de copiar en un examen. Nunca lo hice ni lo haré porque me estaría engañando a mí misma y de cierto modo limitándome ya que estoy dando por hecho que no voy a llegar a un nivel determinado. Lo que me molesta es que, para un examen de historia, por ejemplo, me tire estudiando dos semanas enteras y la gente se haga una chuleta  y sin estudiar saque más nota que yo. No copio porque va en contra de mis principios, o lo que yo considero "normal". Pero una cosa es que me moleste y otra es que diga algo al respecto, es decir, intente imponer mis propias normas, mis propios principios. Quien piensa diferente o defiende unos intereses no tiene por qué ser inferior o superior a otro que defiende intereses totalmente opuestos y contradictorios. En la variedad está el gusto. 

Por ejemplo, mi hermano es acérrimo del Real Madrid, hasta puntos que considero muy pantanosos. Cuando juega contra el Barça y su equipo pierde, también lo hace sus papeles, es decir, se desfoga haciendo cosas que no haría en condiciones normales. Me resulta gracioso porque el resultado de ese partido, digo ese porque es el que más rabia le da perder y ganar, le condiciona su forma de ser.

Hay una frase que siempre recuerda mi padre y es "El mejor traje (abrigo, chaqueta) es aquel que tiene el forro del mismo color que la tela". Es una frase que repite mucho desde siempre pero no lo llegué a comprender del todo hasta que me lo explicó. En casa del herrero...



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