1 de abril de 2014

Institución Libre de Enseñanza (ILE)


Para hablar de la ILE es preciso tener una serie de conceptos claros como el krausismo y las cuestiones universitarias.

El krausismo es una doctrina originada en Alemania que defiende la tolerancia académica y la libertad de cátedra frente al dogma que imperaba en la sociedad y trata de unificar  teísmo y panteísmo, dando lugar al panenteísmo, es decir, Dios contiene en sí el mundo y transciende de él. Sanz de los Ríos se traslada a Alemania para formarse intelectualmente, recibiendo una influencia clara del krausismo. 

Esta influencia se observa en su libro “Ideal de la Humanidad para la vida” en la que estipulaba una sociedad con una serie de premisas que iban en contra de las ideas de la Iglesia por lo que fue prohibido en el país. 

El krausismo tuvo una gran recibimiento en el ámbito universitario pero encontró controversia en los ambientes tradicionales, por lo que pronto se produjeron polémicas, dando origen así a las cuestiones universitarias produciendo la separación de sus cátedras de varios profesores.

En el periodo en el tuvo lugar la inclusión de krausismo en España, estaba como Ministro de Fomento el Marqués de Orovio, cuyos ideales ultramundanos hicieron que defendiera hasta el extremo el dogma católico. Para erradicar el krausismo de las instrucciones públicas,  en 1864 se produjo la primera cuestión universitaria en la que se llevaron a cabo exhaustivos trabajos de supervisión de libros tanto de institutos como de universidad por parte de la Iglesia, para asegurarse de que los contenidos no iban en contra del dogma cristiano. Además, también se suprimieron las cátedras de los profesores krausistas de la Universidad Central de Madrid lo que dio lugar a la “Noche de San Daniel”, con las consiguientes manifestaciones sobre la medida adoptada por el ministro y se produjeron numerosas muertes entre los propios estudiantes. En el Consejo de Ministros del día siguiente, el propio Alcalá Galiano murió. 



Entre los profesores que se quedaron sin cátedra se encontraba Giner de los Ríos  (imagen) que se fue a Cádiz donde formó la ILE en 1876 al margen del Estado para propagar la ciencia en distintos grados. Tenía 21 artículos entre los que destacan: 

  • El profesor es libre de enseñar y es dueño de sus doctrinas.
  • Programas de actividades dedicados a la propagación de la ciencia, elaboración de concursos y premios que ayudasen a promover la cultura general y sus propios fines.
  • Nombramiento de profesores según vocación, severidad, probidad de conducta y dotes investigadores y expositores.

Las instituciones que mencionaba en el post anterior a este fueron creadas por la ILE en su tercera época mientras que en la primera se produjo la fundación y la reposición de cátedras y en la segunda se crearon los institutos y organismos como el Museo de Instrucción Primaria (1882) que son los precedentes de los Centros de Apoyo al Profesorado (CEPA).

Aunque la ILE en sus comienzos fue una academia de enseñanza secundaria y superior, pero tras las deficiencias económicas que sufren en 1881 provoca que se dediquen a la enseñanza primaria y secundaria.  Los alumnos debían examinarse ante los tribunales de los centros de los que dependían: del Instituto San Isidro en el caso de secundaria y de  la Universidad Central en el caso de la enseñanza superior.

Los contenidos que defendían era de continua gradualidad, es decir, el saber era unitario, universal e integrado. El método que utilizaban era la intuición mediante un proceso mayéutico donde maestro y discípulo cooperasen yendo más lejos de la propia concepción de enseñanza-aprendizaje.

Lo más importante para los miembros de la ILE, como para mí, reside en que la religión católica impidiera la libertad de cátedra y la libertad investigadora. Personalmente considero que un maestro sin estos dos pilares no es un maestro, al igual que no existe una casa sin suelo. La ILE estaba constituida por hombres cultos y preparados y en su mayoría eran creyentes practicantes, pero eso no impedía que considerasen que el krausismo fuera necesario para ellos y para sus alumnos.

Considero que la libertad de cátedra está implícita en ser maestro, es decir, cada uno explica a su manera, independientemente de que lo haga mejor o peor, pero eso no cambia el hecho de que un profesor de escuela primaria y un profesor de universidad se diferencien en eso. Hay profesores buenos y malos en todos los niveles educativos y no hace falta que tengan libertad de cátedra para que impartan sus clases de una forma o de otra. 


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