30 de abril de 2013

Comunicación entre padres y docentes

En la sesión del jueves pasado de PDE, vimos un vídeo que trataba sobre la manera en la que los docentes se relacionan con los padres para comunicarles, generalmente, problemas escolares de sus hijos. No siempre se solicitan tutorías para paliar problemas, simplemente para hacer un seguimiento de los estudiantes.
Se planteaban en el vídeo dos modelos estereotipados de actuación, un modelo más irascibles, es decir, donde tanto el docente como la madre del alumno, en este caso, no se comprendían o no querían comprenderse porque tenían más problemas de fondo. Interpreto que lo único que querían era desahogarse y quitarse responsabilidades. 

Por otro lado, la segunda parte del vídeo propone un modelo basado en la comprensión y la empatía, o de manera general, la inteligencia emocional. La forma de hablar, el tono, los gestos, el ambiente, el clima y el contexto entre otras muchas son las conductas observables que se perciben y que condicionan una situación. 

Sí que es cierto que en ocasiones no somos conscientes de que hablamos bruscamente y de manera muy seca y directa. Ser objetivo y no dejarse influir  por los hechos o sentimientos que tengas es un proceso altamente costoso, al menos a mí me lo parece. Por ejemplo, tuve profesores, no hace mucho, que eran lineales, es decir, su actitud y su comportamiento no variaban a lo largo del curso. En cambio, tuve otros que  eran inestables, quiero decir, se notaban que la capacidad de dejar a un lado su "mochila" (aquellos hechos o sucesos recientes que condicionen su comportamiento) no siempre era llevada a cabo. 

Soy consciente de que es muy costoso ser objetivo, aunque también depende del día, porque las veces que di clases particulares siempre hacía referencia a mi propia experiencia y daba mis opiniones sobre ciertos temas. Aunque es cierto que tenía cierta confianza con las personas a las que explicaba ciertos temas. 

Quizá sea el punto más importante para mí junto con la paciencia para ser docente. 

Uno de los temas que salieron fue el papel que cumple o interpreta un docente en cada una de sus clases. Es como una fachada o una imagen que pretender mostrar pero que no tiene por qué ser fiel a la realidad. Por ejemplo, un docente puede parecer muy serio pero luego ser muy extrovertido y divertido. O que por su apariencia física etiquetemos sin ton ni son. 

El contexto o la diferencia entre la educación de los hermanos condiciona el comportamiento de cada uno. Puntualizando, cuando estaba en el colegio, mi hermano estaba en 8º (lo que ahora es 2º de la ESO) y lo cierto es que no nos parecíamos en nada. Él era un trasto en la escuela pero en casa se portaba bien y yo justo al revés. Recuerdo una ocasión en la que su tutora vino a cuidar mi clase y como no se me oía en clase, se acercó a mí y me dijo "Que diferencia con tu hermano". 

No sé hasta qué punto se educa distinto a un hijo que a otro, pero al menos en mi caso, creo que la educación fue la misma, aunque cada uno de nosotros pensábamos que había favoritismos. 

Volviendo al tema principal, es importante diferenciar, y tener capacidad para ello,  el contexto y la situación. Calmar y tranquilizar a los padres, las madres o tutores legales o incluso buscar alternativas para llegar a un consenso es primordial para solucionar los problemas. Si se empieza una conversación elevando la voz se va a mantener el tono o incluso a elevar, pero si se mantiene un tono constante la conversación va a ser mucho más fluida y tranquila. 

Emplear un vocabulario accesible a ambas partes es primordial. Así se evitan situaciones como éstas:


Es llevado al extremo pero, en muchas ocasiones, los padres no son receptivos o se niegan a reconocer comportamientos de sus hijos y no se solucionan problemas. Como dice el dicho, no hay peor cierto que quien no quiere ver.

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