15 de septiembre de 2014

"Un pesh"

No sé si es por cansancio acumulado o porque aún no me he acostumbrado a madrugar, pero lo cierto es que las mañanas se me pasan volando, ya esté despierta o dormida. No es que no me guste madrugar, que es algo que no hago a no ser que me despierte el despertador, sino que creo que estoy más pendiente de lo que va a ocurrir en unos años, porque me mtivan más que lo que estoy haciendo ahora mismo. 

Pero aquí, algo no funciona: no puedo hacer eso que tanto me motiva en unos años si no consigo superar estos dos años. A parte de que no considero que me vaya a aportar nada bueno para mi futro profesional, tampoco me veo motivada porque sea algo que realice en un futuro, o al menos no explícitamente. 

El hecho de tener claro lo que quiero hacer de aquí a unos años hace que ciertas asignaturas que me sirven para "lo que se supone" que voy a realizar al final la carrera, me condiciona a ser muy crítica con la información que percibo, incluso casi toda la información que me llega suelo aplicarla o darla cierto sentido en el mundo de la educación.

Sinceramente, no sé cómo era capaz de ver una película cualquiera y quedarme tan tranquila, es decir, ser una mera espectadora y volver a casa siendo la misma persona. Creo que es algo que comencé a sentir cuando veía películas en 2º de Bachillerato para la asignatura de Psicología y que a lo largo de la carrera fue paulatinamente desarrollándose esa forma de inferir lo que una película o lo que una secuencia nos quiere decir.

Por ejemplo, la semana pasada vimos un documental de Redes, que creo recordar vi en 1º de carrera cuando tuve que realizar una entrevista sobre el tema de "La Creatividad", que se llama "Los secretos de la creatividad". Habré visto el vídeo en total unas 4 veces y cada vez que la veo, como suelen ser por motivos diferentes, las conclusiones que obtengo nos muy diversas. No deja de ser el mismo documental pero no tener siempre el mismo punto de vista o no ser la misma persona, o no sentirme de la misma manera, hace que mi interpretación varie. 

Cada vez que comienza un cuatrimestre, tengo claro cuál va a ser la asignatura que más me va a gustar y la que más me puede aportar, pero en este caso... no estoy muy segura. No porque no me gusten, sino porque considero que esta plataforma es un recurso esencial tanto hasta ahora como a lo largo de toda mi vida profesional, para aprender, para reflexionar y sobre todo para realizar autocrítica.

Quizá en este último aspecto sea demasiado estricta conmigo misma, pero creo qque es beneficioso para mí. Soy consciente de que tengo que cambiar muchas cosas pra llegar a lo que deseo ser, ya sea porque necesidad de aprender conocimientos o herramientas o porque todavía me queda un largo recorrido por hacer hasta conseguir mi propósito. Pero, ¿cómo sé cuando he llegado?¿Ese objetivo será siempre el mismo o irá cambiando conforme cambie yo?¿Siempre tendré las mismas herramientas o los mismos recursos para poder aprender?

La primera pregunta es un tanto peculiar porque considero que el objetivo que ahora pretendo alcanzar no va a ser el mismo que dentro de unos años, o incluso dentro de unos meses, porque yo misma no voy a ser la misma, el contexto no va a ser el mismo, los recursos van a ser diferentes, lo que antes consideraba importante ahora casi carece de sentido y lo que no tenía antes, ahora es algo que relevante. 

El hecho de que sea relevante o no depende de muchos aspectos, no solo de lo que yo deseé o deje de desear. Hay aspectos que no dependen de mí o que ni siquiera me planteo porque no sé que existen o porque en este momento no considero importantes, pero eso no quiere decir que siempre sea así. 

El título del post viene a que este verano he estado unas cuantas veces con la sobrina de mi hermano, de 2 años, y siempre que nos veíamos nos poníamos a pintar. Me parece curioso porque no nos hacía falta hablar, sino que cada vez que venía a mi casa o estábamos en otro sitio, se las apañaba para encontrar pinturas y una hoja de papel y buscaba para que pintara con ella. Las primeras veces, como no me conocía mucho, me limitaba a ddarle las pinturas y conseguir que no se saliera de la hoja.

Pero cuando comenzó a coger confianza conmigo, y estábamos en mi casa, me esperaba en la puerta de mi habitación para coger las pinturas y dibujar. Las últimas veecs que he estado con ella, siempre me miraba y me decía "Un pesh" para que yo le dibujara un pez. Al igual que me lo decía a mí se lo decía a todo el que pasara por el lado. Ella no sabía dibujarlo pero quería que los demás lo dibujásemos. 

A simple vista puede que sea una tontería pero para mí es algo asombroso el hecho de notar esa sensación de "me interesa lo que me dices", de "quiero seguir aprendiendo", de "ahora ¿qué vamos a hacer?"... No sé cómo explicarlo, pero es una sensación muy gratificante no solo porque estás enseñando sino que puedes observar el sentido que le da la otra persona, independientemente de que tenga relación con lo que tú pretendías inicialmente. 

 

 

2 comentarios:

  1. Hola Silvia,

    ha sido una alegría volver a tu blog y leerte, sobre todo notar cómo has ido apropiándote de esta herramienta y extendiéndola más allá del contexto donde nació. Te preguntabas, en un punto de este post, si siempre tendrías las mismas herramientas o recursos para poder aprender. Creo que comienzas a responder algo más adelante y que este blog es una evidencia de un cambio muy interesante ;)

    En cuanto a la anécdota del ´pesh´, pensaba en lo útil que puede ser, en algunos ámbitos y en algunas edades, imitar a otros cuando comenzamos a aprender algo. En otros, sin embargo, queremos comenzar a dibujar nuestros propios ´peshes´ y nos podemos encontrar con que el contexto no nos motiva (algo de lo que croe que hablabas en tu último post).

    Un saludo.

    Gloria.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Gloria

      Gracias por comentar, lo cierto es que ni yo misma me esperaba que fuera a escribir tanto y que esta herramienta se convirtiera en un elemento tan esencial como lo es ahora, sobre todo porque se ha ido haciendo un hueco cada vez más importante en mi época de estudiante. Lo único malo es haberlo descubierto tan tarde porque estoy segura de que me hubieran ido mucho mejor los estudios de haberlo empezado a utilizar antes.

      En cuanto a lo segundo, creo que no tengo que ser tan selectiva con las asignaturas que no me gustan ni me motivan, es más no creo que mi actitud sea la correcta frente a algo que no me motiva porque el hecho de limitarme a corroborar lo que ya sé, no me sirve sino para frustarme más y desmotivarme sin motivo racional aparente. Seguiré buscando mi "pesh" en ese aspecto.

      Un beso

      Eliminar