A finales del siglo XVIII y
principios del XIX, se produce una
transformación que afectó a todo el mundo occidental (Europa y América). El
Estado organizó las instituciones destinadas a la educación formal para ofrecer
una enseñanza elemental a los habitantes de un territorio, en cada uno de los
cuales dicho sistema educativo tenía una serie de características.
A diferencia de la educación, en
la enseñanza se tienen en cuenta el contexto personal de cada alumno, es decir,
aspectos relacionados con la psicología, la pedagogía o el currículum cuyos
objetivos están orientados a la capacidad psicológica del individuo y que
mediante las teorías de aprendizaje se planifican dichos objetivos.
La antesala de dichos sistemas
educativos es el cambio de mentalidad del absolutismo (pensamiento y Estado
absolutista) vigente hasta el siglo XVIII con el nombre de Antiguo Régimen
hacia el liberalismo (pensamiento y Estado Liberal). Este cambio surge por una
causa principalmente política y no económica.
La educación pública y gratuita para
toda la población de un territorio se comenzó a asentar entre los siglos XVIII
y XIX, periodo en el que se consolidó y surgió como resultado de los Sistemas
Públicos de enseñanza. Fue impulsada por reformistas católicos y protestantes
con una finalidad religiosa y fue asumido por la Iglesia y las órdenes
religiosas.
La principal causa de este
cambio, como he mencionado anteriormente, es política ya que las revoluciones a
final del siglo XVIII a las orillas del Atlántico (Independencia de
Norteamérica, la Revolución Francesa, etc…) y como consecuencia se transformó
el Estado Absolutista y se rompió el Antiguo Régimen con la Revolución
Francesa.
El cambio más importante fue que
la sociedad se separó del Estado, limitándose la acción del Estado. Según el
absolutismo, los monarcas defendían que el rey poseía un poder sin límites y que
dicho poder era de origen divino, en la mayoría de los casos. El Estado era el
único cuerpo social y económico del que surgían todas las decisiones. No se
consideraba que Estado y Sociedad estuvieran separados.
La gran diferencia entre el
pensamiento ilustrado y el pensamiento liberal residía en que el que primero consideraba que la
razón era un instrumento básico para transformar la realidad y defender el
pensamiento utilitarista para fomentar la economía. Defendía además la
educación de las clases populares y los artesanos para impulsar el progreso. En
cambio, para el segundo, la sociedad era un sistema autorregulado capaz de
producir en el mejor de los órdenes posibles para que el Estado no interfiriera
en el funcionamiento y así garantizar unas condiciones resumidas en libertad y
seguridad. Esto es posible gracias a la proclamación de los derechos
individuales, a la legislación y a la división de poderes.
El liberalismo establecía una
relación Estado- Sociedad en la que el Estado imponía una serie de leyes que
tenía que cumplir la Sociedad pero dichas leyes eran elegidas por ellos
mediante sufragio. El poder político tenía que garantizar las libertades
públicas, estipuladas en los derechos individuales, de orden político, económico y espiritual.
En el Antiguo Régimen, los
diferentes estamentos cumplían o tenía diferentes funciones y derechos. El
clero y la nobleza tenían derechos superiores al resto como no pagar impuestos,
por lo que las leyes no eran universales. Los burgueses, grupo que había
ascendido socialmente en los últimos años, se opusieron a los privilegios de la
nobleza y del clero ya que obstaculizaban su ascenso social e impedían su
expansión económica. Por último, el pueblo llano eran personas dependientes de
los estamentos superiores.
Con el fin del Antiguo Régimen,
finalizó también la sociedad estamental, estableciéndose los conceptos de
igualdad y fraternidad, igualdad jurídica (público y privado) e igualdad de oportunidades
(competencia económica, participación en
la vida política y organización social).
Esta organización social, dio
lugar a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano cuya causa
principal fue la Revolución Francesa de 1789.
La idea de Nación nació del
liberalismo revolucionario en el que los elementos comunes y tradicionales de
la sociedad como por ejemplo la lengua o la cultura estaban constituidos por una unidad indivisible de individuos, ciudadanos, frente al poder y
soberanía política.
Estas modificaciones trajeron
consigo una serie de cambios en educación: La Chalotais (s. XVIII, 1763)
consideraba que la educación tenía que estar a cargo del Estado, es decir, al
servicio del progreso económico.
Sin duda alguna, el cambio más
importante en educación surgió al considerar que la educación era igual para
todos, es decir, todos los ciudadanos tenían derecho a acceder al sistema
educativo garantizado por el Estado. Sistema educativo público y universal. La escuela
era la encargada de transmitir los nuevos valores para construir una conciencia
nacional y un colectivo imaginario que recibió el nombre de patria.
Estos valores contribuían a la
integración de la sociedad en torno a la patria para que sirviera a las
necesidades de las leyes de los nuevos regímenes políticos. Apareció la
instrucción pública y se incluyó la educación cívica como una serie de
contenidos, catecismos políticos y se crearon símbolos y fiestas nacionales en
el ámbito extraescolar.
La división entre el Estado y la
Nación no se llevó a la práctica en educación pese a que el Estado ofreció
todos los medios para acceder en igualdad de condiciones a la educación. El
nivel elemental de educación era universal y gratuito pero eso no implicaba necesariamente
que fuera obligatorio.
El papel principal de la escuela
fue consolidar políticamente el Estado Liberal. La educación da identidad al
grupo de individuos donde han nacido y los Sistema Educativos Nacionales están
supeditados por el Estado pero el individuo se identifica con dichas leyes. Por
lo tanto, la educación es un instrumento de poder.
En el próximo post sobre el
Sistema Educativo Nacional Francés se podrá observar como los cambios de
gobierno condicionan el tipo de individuos que se pretenden lograr tras la
educación. Este hecho no solo ocurre en Francia, sino que tuvieron lugar y lo
seguirán teniendo según se tengan más en cuenta elementos estatalizables
(izquierdas) o liberales (derechas).
Como ya adelantaba al principio
del post, en cada país las características de los Sistemas Educativos
Nacionales eran diferentes, aunque se pueden generalizar tres características
comunes: secularización, libertad de enseñanza y sistematización.
La secularización es el cambio de
competencia de la Iglesia hacia el Estado, es decir, hasta el siglo XVIII la
educación estaba en manos de la Iglesia pero en el siglo XIX comienza a cambiar
debido al cultivo de la razón y de la utilidad de pensamientos científicos,
empleándose criterios racionales y no teológicos. Se impuso el Estado a la
Iglesia de modo que los hospitales y la enseñanza, entre otros, se convirtieron
en servicios públicos. Además se llevaron a cabo muchas desamortizaciones.
Dicho de otro modo, se transfirió al Estado muchas de las actividades y
funciones que había desempeñado la Iglesia.
Dependiendo de cada país y su filiación
religiosa, esta separación entre Estado e Iglesia tuvo una serie de
repercusiones u otras. Por ejemplo, en Francia se dejó de impartir clases de religión
en las escuelas. El hecho de divergir Estado e Iglesia no implicaba que las
instituciones religiosas no pudieran
crear escuelas independientes.
La libertad de enseñanza surge
del derecho a la educación de cualquier ciudadano y de la necesidad de que alguien
les enseñe. Las escuelas necesitan una organización de profesores que responda
a las siguientes preguntas: quién enseña, en dónde se enseña y cómo se enseña.
La libertad completa se consigue logrando las tres libertades: creación de
centros, elección de centros y de cátedra. La libertad de creación de centros
se refiere a los distintos tipos de centros que hay y las distintas formas de
enseñar que tienen lugar en cada uno de ellos. La libertad de elección de
centros es elegir dentro del abanico de centros y de sus distintas
orientaciones. La libertad de cátedra es
la libertad de cómo dar clase, es decir, que nadie te diga o te imponga cómo
dar clase.
Voy a hacer un paréntesis en este
aspecto porque considero que es esencial el hecho de elegir cómo dar clase.
Actualmente, y por ley, en nuestro país sólo tienen libertad de cátedra
aquellos profesores que dan clase en la universidad. Legalmente puede que sea
así pero mi experiencia me dice que en todos los niveles educativos cada
profesor da clase como quiere. Quiero decir, se supone que hay una ley suprema
que estipula que cada centro tiene un estereotipo de profesorado concreto. Siempre
estuve recibiendo y haciendo las prácticas en un centro público y por eso tenga
un pensamiento tan abierto respecto a la libertad de cómo dar clase, pero creo
que el hecho de impartir una buena o mala clase no hace que el profesor deje de
impartir clase, sea en un centro público o privado. No conozco cómo funcionan
los centros privados pero sí he podido comprobar cómo imparten las clases
profesores de diferentes etapas educativas y las diferencias son notables.
Está claro que cada uno de
nosotros va a tener una manera concreta de dar clase pero el hecho de que lleves
más tiempo dando clase no te hace mejor profesor o que sean muy bueno en
matemáticas no te hace que seas bueno siendo profesor de matemáticas, son
aspectos totalmente distintos. Para mí, ser profesor de cualquier etapa
educativa no se relaciona con la capacidad de dar clase, es decir, por qué se
puede cuestionar la labor docente de un profesor de Primaria pero no de un
profesor de Universidad. Saber más no te hace ser mejor profesor.
Quizá sea porque planteo mi
futuro a la docencia universitaria porque lo que más me llama la atención sea
la capacidad investigadora pero creo que es esencial reciclarse. Por ejemplo, el
viernes salió la cuestión de qué preferiríamos que nuestros hijos tuvieran
profesores recién salidos de la carrera o con 30 años de experiencia. La
respuesta no la veo tan clase, parece lógico pensar que quien lleva más tiempo
sabe o debe saber más de docencia que alguien que acaba de llegar nuevo. Mi
experiencia en las prácticas me dice todo lo contrario. Tuve a una profesora
con 30 años de experiencia pero para mí, con lo que me han enseñado en la carrera,
no es buena profesora, o interpreto que no es así. En cambio, una de las
mejores profesoras que he tenido fue en bachillerato y tampoco se lleva mucho con
ella (en cuanto a edad, claro). En cambio, dos de los peores profesores que he
tenido fueron de etapas superiores (Secundaria y la Universidad).
La última característica común
a todos los sistemas educativos
nacionales es la sistematización, es decir, la organización de las
instituciones educativas por parte del Estado para superar las características
confesionales y las particularidades regionales educativas. El Estado ordeno y
concretó el proceso de desarrollo de la educación, reorganizando y clasificando
las instituciones. Éstas se aferraban a los modelos heredados; planes de
estudio, divisiones en grados, etc… La sistematización es lo que diferencia a
cada sistema educativo nacional.
Para terminar, los métodos de
enseñanza más destacables que tuvieron lugar en los siglos XVIII y XIX fueron:
enseñanza mutua, congregaciones religiosas y el método de Pestalozzi.
La enseñanza mutua tenía como
objetivo enseñar a gran cantidad de alumnos. Surgió en Inglaterra por las
grandes aglomeraciones en las ciudades. Se trataba de enseñar a muchos niños
con pocos maestros ayudados por monitores (alumnos más adelantados). Las
ventajas eran claramente económicas y fomentaba la división del trabajo.
Principalmente, en las escuelas donde se realizaba este tipo de enseñanza
presentaban una fuerte formación cívica y moral de la infancia mediante la
disciplina y el orden ayudándose de estímulos para favorecer su eficacia.
En las congregaciones religiosas,
se llevaba a cabo el método simultáneo donde el maestro daba la misma lección a
todos al mismo tiempo y dirigía el aprendizaje de cada niño por separado
mientras el resto de la clase realizaba otras tareas. Este hecho fue muy
importante porque sirvió para organizar las lecciones por materias. La
enseñanza que se promulgaba era de estricta disciplina con la regla del
silencio y se aceptaba el castigo corporal.
Pestalozzi enfocó su método de
enseñanza sobre todo a la educación infantil ya que fue su gran preocupación
social. Su metodología se basaba en respetar las leyes de la naturaleza en
relación a la evolución del niño. Los primeros años del niño así como la relación
que éste desarrollara con la madre eran determinantes para el desarrollo de sus
principios morales. Defendía así la experiencia directa que el niño puede tener
de los objetos, es decir, la necesidad que tiene el niño de observar
directamente los objetos para deducir de manera lógica y graduada las nociones
abstractas. Para ello, utiliza una enseñanza de imágenes, carteles, libros con
ilustraciones y elaboración de un campo de enseñanza denominado por Pestalozzi
con el nombre de “lecciones sobre objetos”, siendo un elemento importante en el
currículum de las Escuelas Primarias de muchos países.
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