El hecho de acompasar o
desacompasar parece fácil de comprender pero es difícil
de diferenciar llevado a la práctica, es decir, aparentemente son términos
contrapuestos pero en casos prácticos no siempre hay que acompasar ni
siempre desacompasar.
Lo que sí que está
claro es que para iniciar una relación
con un cliente o con alguien que no conoces es esencial acompasar y
conforme pasa el tiempo se puede desacompasar, pero si se comienza
desacompasando es difícil que se origine el rapport.
Pero, desde otro punto de vista,
cómo
sabes o puedes saber cuándo tienes que acompasar y cuando
desacompasar. El hecho de desacompasar no quiere decir que no estés
acompasando aunque pueda parecer que no. Por ejemplo, el otro día
haciendo un trabajo con un compañero que luego compartimos con el resto
del grupo, comencé a “picar” a uno que no estaba haciendo el trabajo
pero que luego informaríamos de los resultados que obtuviéramos.
Con la persona con la que estaba haciendo el trabajo me siguió
con la broma y conseguimos que la otra persona se interesase pero le dijimos
que no hacía falta, por lo que se picó, pero luego se le pasó.
Con esto quiero decir que si se
desacompasa se pueden conseguir beneficios, aunque no sean tan efectivos como si
se acompasase. Posiblemente si hubiera acompasado de primeras no habría
conseguido justamente no que en un principio pretendía. Aunque en
este caso entra en juego la ironía y el doble sentido de las palabras.
Por ese motivo, es importante
establecer límites entre acompasar y tener un tipo de relación
más
allá del que se suele establecer. El hecho de acompasar no quiere
decir que esa relación vaya más lejos.
En este sentido, la externalización
es esencial, es decir, proporcionar a la otra persona de una visión
más
amplia del problema, dejando de ser presa del problema para objetivarlo y
trabajarlo así desde un punto externo.
También tenemos que
tener en cuenta que el lenguaje crea realidades, es decir, es una herramienta
elemental; la manera en la que hablamos y escuchamos, por lo que es necesario
estipular o consensuar una serie de conceptos con los que vamos a trabajar.
Puede que para una persona ser libre implique unas connotaciones que son
distintas para las demás. Se tiene que adoptar el lenguaje a
los diferentes factores que repercuten en el lenguaje (sexo, ideologías,
nivel de estudios, etc…).
Aunque no seamos conscientes de
ello, siempre priorizamos un sentido por encima de los demás
y se esto se puede observar mediante el lenguaje verbal y no verbal. Ya sea por
expresiones o por gestos. Y esto tiene
que ver con la manera que tenemos de procesar la información,
ya que depende intrínsecamente de esas modalidades
sensoriales.
Generalmente, si no se acompasa
no se cambia pero si se acompasa se cambia. Tanto para acompasar como para
desacompasar es imprescindible no
imponer los valores ni la ideología ya que tienes que construir la
historia a partir de la suya.
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