Gracias a los “avances” en los
diferentes ámbitos de la sociedad hemos construido una serie de teorías o
hipótesis en la mayoría de las ocasiones demostradas que propiciaban cambios en
la educación como los distintos procesos de enseñanza- aprendizaje y los
distintos roles que cada uno de los implicados debía cumplir.
Aunque las últimas reformas que
se van a llevar a cabo no provoquen avance sino retroceso, según mi opinión, no
dejan de ser un cambio y no se obtienen beneficios, al menos no a los más
perjudicados en la educación. Posiblemente esta serie de cambios implique
modificaciones mucho más institucionales
y de recursos para conseguir una mejora de la calidad educativa, otra
cosa es que los medios o las medidas que se toman sean las correctas. No me voy
a meter en eso porque como diría mi abuela “de donde no hay no se puede sacar”.
Diversas teorías respaldan que: los
niños aprenden mejor con otros que en soledad, los 7 primeros años de vida son
importantes, los primeros aprendizajes son los más importantes y que hay que
observar a cada niño intentando descubrir cuáles son sus aptitudes e
inclinaciones. Otros aspectos que no son demostrables que mucha gente defiende
es que se debe educar y enseñar con cariño y la figura del profesor no tiene
buena estima.
Podemos estar más o menos de
acuerdo en ellos basándonos en nuestras experiencias ya que todos, o la mayoría
hemos sido educados en centros educativos, el cual tenía más o menos recursos,
poseía diversos grados de enseñanza, relación con instituciones, rango social,
etc…
Sin embargo, estos valores no son
nada actuales ya que Quintiliano en el siglo II consideraba que era así. Lo que
sabemos actualmente de educación, y que tendríamos que tener en cuenta, tiene
siglos vigencia. Eso sí, los modos y los medios de llevar a cabo una clase son
muy distintos.
Para Sócrates, las clases se
impartían de manera dialogada y razonada y para los estudiantes del Liceo de
Aristóteles la manera de dar clase era caminando (de ahí el nombre que
recibían: peripatéticos).
“Hombre bueno experto en el arte
del bien decir” (Quintiliano)
Para este autor, el objetivo de
la educación y el buen profesor debe ser un experto en la oratoria. Saber
confundir es una buena forma de orar pero confundirte mientras estás intentando
confundir al otro no es una buena forma de orar.
Dudar también es una forma tanto
para fomentar la palabra escrita como la hablada. Se potencia el pensamiento
crítico. Hay personas que son muy buenas en cuanto a la forma de hablar pero no
tanto a la hora de escribir.
En la Antigua Grecia la fuerza
física y la dialéctica estaban al mismo nivel, no primaba una sobre la otra.
Para conseguir la Verdad o el Bien necesitabas elevar al máximo las
capacidades del cuerpo y del alma
(pensamiento). Actualmente, no considero que sea así.
Comparando las valoraciones que Quintiliano
hizo en su momento basándose en la influencia que recibió de Cicerón con las
que actualmente tenemos, podemos considerar que la educación no ha cambiado en
estos siglos que nos separan.
Aunque las valoraciones sean
parecidas, los problemas a los que hay que hacer frente para solventarlos no lo
son. Los conocimientos que se tenía no son los mismo que tenemos actualmente y
gracias a ellos hemos solucionado ciertos problemas pero han ido apareciendo
otros.
Uno de los profesores comentó que
la manera más efectiva para lograr un cambio es la reforma. Personalmente
considero que no es así aunque esté estipulado por ley y tengas una
penalización sino lo cumples. Por ejemplo, en España está prohibido por
circular a más de 120 Km/h por la nacional, pero ¿lo cumplimos? Si se cumpliera
las multas de tráfico no tendrían sentido, pero que tengamos una multa no hace
que vayamos más lentos, sino que nos informa que la próxima vez que pasemos por
ese punto debemos pasar más despacio.
Quiero decir, un hecho que esté
penalizado por ley no quiere decir que no se deba cumplir, pero claro como las
leyes cambian como las escaleras de Hogwarts (a gusto) no sabemos que está permitido en cada día.
¿Beneficioso? Depende de para
quién. ¿Los más perjudicados? Los de siempre. ¿Dónde queda la igualdad de
oportunidades?
Lo peor de todo es que es círculo
vicioso para los docentes, al menos desde mi punto de vista, se pretende que el
reconocimiento de la labor del profesor como educador pero ciertas leyes lo
prohibirán próximamente, lo que hace aún más desprestigio por parte de la
sociedad.
Afortunadamente en educación pasa
como en la nacional, que la gente se salta las normas y no les importa destinar
más tiempo a explicar contenidos que no se comprenden y dar la cara por sus
alumnos.
Por otro lado, hay profesores que
se saltan las reglas pero no para el beneficio de sus alumnos sino para el suyo
propio.
Es cierto que no hay un modo
correcto de ser profesor como tampoco lo hay para ser padres, pero hay una
diferencia clara, un padre puede ser un profesor pero un profesor nunca va a
ser un padre. Es decir, los limites no siempre están claros así como tampoco lo
están los roles que cada uno debemos cumplir.
Cada uno impone sus propios límites
y quiere que se cumplan, pero no puedes pretender que tus límites sean los
mismos que los de otra persona porque tus límites sean mejores. Que tú te
establezcas un límite no quiere decir que los demás lo tengan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario