Ambos autores fueron muy
relevantes para la pedagogía del siglo XVIII, pero cada uno veía o consideraba
a los niños, y por tanto al hombre, de manera significativamente diferente.
Los contextos políticos y económicos
que rodearon a cada uno de ellos hicieron que cada uno tuviera su punto de
vista. Pestalozzi vivió la división entre la modernidad y lo contemporáneo
además de desigualdades sociales. Por su parte, Rousseau también vivió
desigualdades sociales pero influenciadas por el pensamiento de los pensadores
de la enciclopedia.
En relación a cómo entendían que
se tenía que educar al niño, la diferencia era clara: mientras Pestalozzi
(suizo) consideraba que la sociedad y la familia era lo más natural para que el
niño pudiera desarrollar todas sus capacidades, Rousseau (francés) consideraba
que los niños eran buenos por naturales y que el hombre era el que se encargaba
de corromperlo y degenerarlo por lo que su educación tenía que ser de forma
aislada para que fuera lo más natural posible, tal y como defiende en su obra “Emilio”.
Acorde con este argumento, es muy
importante al menos para mí, el hecho de que se consideren estos dos puntos de
vista porque pese a parecer dispares, no difieren tanto unos de otros. Por
ejemplo, un argumento a favor de Pestalozzi es que la capacidad de hablar y
comunicarnos viene condicionada por la sociedad y la familia. El caso de los
niños Salvajes se ve claramente cómo la ausencia de una familia y una sociedad
provocan alteraciones serias en la conducta de los niños, en ese caso, son
incapaces de hablar y gesticulan o balbucean. Desde el punto de vista de
Rousseau, el hecho de organizar los contenidos de tal forma que el niño esté
capacitado para entenderlas es crucial y algo natural. Defendía que no se debe
enseñar la religión a un niño hasta cierta edad ya que es imposible que la
entienda. Actualmente, no se puede enseñar y aprender a restar si no sabes
sumar, o no tienes cierto dominio con las sumas.
Otra diferencia entre estos
autores reside en el tipo de desarrollo que se lleva a cabo en el niño, es
decir, si se realiza simultáneamente como defiende Pestalozzi o si por el contrario
es de manera secuencial como considera Rousseau. En este caso, ambos tienen
razón. Aprendemos simultáneamente varios conceptos de manera secuencial, es
decir, cuando aprendemos escribir, estamos aprendiendo a leer también para
comprobar que lo estamos haciendo correctamente. O cuando se enseña el
abecedario se enseña simultáneamente la letra y la grafía de la letra y de
forma secuencial (letra, letra más otra letra, palabra, etc…).
Para Pestalozzi el objetivo de la
educación era preparar al niño para vivir en sociedad de modo que pudiera
desenvolverse de manera natural en la sociedad pero para Rousseau era preparar
a dichos niños a convivir en la sociedad corrupta en la que se encuentra. En
este sentido, no considero que Pestalozzi descarte el hecho de que haya
corrupción o no en la sociedad, sino cómo el hombre debe o no hacer frente a
ello, convivir con ello. Rousseau tiene una perspectiva más negativa de la
sociedad en ese sentido.
Por último, para Pestalozzi dentro de la formación elemental distingue entre
educación física natural e instintiva y la gimnasia elemental. Para Rousseau la
gimnasia era algo secundario.
Rousseau consideraba que la
educación tenía dos fines: educar bellas almas y educar a la chusma.
Pestalozzi es considerado un
pedagogo social, ilustrado y filántropo que sentó las bases de la pedagogía
social y de la escuela popular moderna. Sus obras más destacables son: “Cómo
Gertrudis educa a sus hijos”, “La Carta XXII” y “El canto del cisne”.
Excelente síntesis, muy oportuna para la investigación educativa actual.
ResponderEliminarExcelentes informaciones, muy clara y precisas felicidades
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