Como
anticipé hace varios posts, en la sesión del martes de PDE continuamos con el
conductismo y las maneras en las que se puede premiar, tanto positiva como
negativamente, a los niños o a quién proceda.
Normalmente,
cuando se refuerzan las conductas es bien para que se repitan o para que no se
vuelvan a hacer. Es un proceso muy costoso y en el que se necesita un tiempo
tanto para cambiarse como para que se lleve a cabo durante un periodo largo de
tiempo, para así convertirla en costumbre.
Solemos
relacionar, sobre todo al principio, un refuerzo a una conducta negativa, es
decir, aquella que no queremos que se repita pero un hecho importante que
podemos dejar pasar por alto es el hecho de no reforzar las conductas positivas.
Este hecho suele repercutir mucho en la persona, ya sea niño o adulto, a la
hora de volver a hacer o dejar de hacer cierta acción y se comporte mal para
llamar la atención, por ejemplo.
Un
aspecto que me llama la atención de los refuerzos es que a veces no se refuerza
en el momento en el que se produce la conducta, sino al tiempo. Por ejemplo, a
finales del año pasado, mi madre les dio pan a nuestros perros y se metió a
casa. Darko se lo comió enseguida pero Kala tardó más y Darko la mordió.
Entonces mi madre salió en favor de Kala pero cuando había pasado un tiempo y
pegó a Darko. Lógicamente defendí a Darko, no porque no me molestase el hecho
de que hubiera mordido a Kala sino porque regañarle fuera de tiempo no tenía
sentido. Si le hubiéramos quitado el pan si hubiera sido un castigo para él,
pero fuera de tiempo carece de sentido.
Existe
un abanico lo suficientemente grande, tanto para reforzar conductas en sentido
positivo como para erradicarlas. Eso si no todas son buenas o eficaces siempre
al 100%. Hay muchos puntos de vista al respecto pero en cierto modo sí que
pueden ayudar a mejorar la conducta.
Lo
que más me gusta de estudiar este tipo de aspectos es que muchas conductas o
técnicas las viví de cerca pero no desde el punto de vista que estoy viéndolo
ahora. Hace relativamente poco estábamos mi hermano y yo jugando (jugaban más
ellos porque no tenía mucha confianza con la niña) con la prima de mi cuñada en
el sofá y en uno de los movimientos que hizo la niña, se dio con la cabeza en
el brazo del sofá. Un detalle es que no es muy acolchado en esa parte del sofá.
Antes de eso la niña se estaba riendo y nosotros (mi hermano y yo) hicimos como
que no había pasado nada y la niña no notó ni el dolor, que con la velocidad a
la que cayó tuvo que haberse hecho daño. Este tipo de técnicas se llama
reforzamiento de técnicas incompatibles, ya que si se ríe no puede llorar o
centrar su atención en el golpe.
Para
prevenir problemas de comportamiento se puede establecer normas con los niños
para llegar a un consenso con ellos presentes y para ello, es bueno realizar la
técnica del semáforo. Consiste en elegir normas estando ellos presentes, es
decir, dejarles decidir lo que tienen que hacer pero dejarles cierta libertad,
donde haya normas
negociables, normas medianamente negociables (con limitaciones) y normas inmutables.
Por
otro lado, la sesión práctica de hoy de PDE la desarrollaré con más tiempo
porque vimos un cachito de la película "El profesor" y me gustaría
desarrollarla entera, desde distintos puntos de vista. No sólo para entender
mejor el fragmento visto en clase, sino para sacar más información sobre cómo
influye el contexto educativo, en especial los docentes, en los estudiantes,
independientemente de la edad.
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