Cuando éramos pequeños nuestra madre siempre nos
ha dicho este tipo de juicios que no nos cuestionábamos y dábamos por sentado
que eran verdad, pero que normalmente no hacíamos caso, al menos yo no porque no sabía quiénes eran extraños y quiénes no.
Precisamente de esto hablamos ayer
en relación al tercer nivel de los modelos de construcción de los “mapas”
que cada uno de nosotros tenemos a través de los cuales damos sentido a nuestro
mundo.
Después de estas dos semanas de intriga,
obtuvimos el preciado 3º nivel de exploración que consiste en buscar la
explicación o el motivo por el que pensamos de cierta manera. Es decir, la
manera en la que elaboramos los resultados tanto si estamos seguro de que sea
así como sino. Siguiendo el ejemplo, sería dar respuesta a por qué no hablas
con extraños.
Seamos consciente de ello o no, siempre
estamos elaborando juicios pero no estamos seguros en el mismo grado, es decir,
podemos tener evidencias de que un juicio puede ser más o menos cierto en
función de la información previa que tenemos para construir el juicio.
Continúo en base al ejemplo, partiendo de la
premisa de que no debo hablar con extraños (juicio) el motivo por el cual se genera el juicio es para
proteger a los hijos (equivalencia compleja) y el hecho de que sea la madre la
que origina el juicio hace que el juicio sea deductivo, es decir, estas
infiriendo deductivamente.
En el momento en el que conectas dos hechos
se está produciendo un fenómeno que se conoce como inferencia ya que estás
sacando una información que compete a las dos anteriores. Por ejemplo, si el cielo
está gris significa que va a llover. En este caso, estamos conectando el color
del cielo con el fenómeno meteorológico que no siempre se cumple. Este tipo de
inferencia recibe el nombre de inferencia deductiva.
Hay otras formas de inferir como pueden ser
inducir o abducir. El primero es más fácil y sencillo ya que es el caso opuesto
a la deducción, es decir, generalizar a partir de casos particulares. Por
ejemplo, siempre he considerado que he sido mala aparcando el coche porque una
vez tuve problemas para aparcar y siempre he pensado que no era buena aparcando
pero eso no quiere decir que sea suficiente como para generalizar diciendo que
siempre ocurre, de hecho últimamente aparco en sitios que parece que no entra
el coche y cuando salgo pienso “¿Cómo he podido meterlo sin dar a ningún
coche?”. El segundo consiste en elaborar
una mejor explicación de un hecho, creando hipótesis comparando con otra
situación. Por ejemplo, los martes viene un compañero que los demás días entre
semana no puede venir y es cuando tenemos las clases prácticas. Resulta que un
día tuvimos que mezclar aceite con agua en objeto que tenía un orificio en la parte inferior
por la que salía el agua y como estaba recién limpia la llave estaba abierta.
El compañero no se dio cuenta de que estaba abierta la llave y echó el aceite
en el recipiente, por lo que el aceite se derramó. Había objetos en la mesa
para poder volcar el aceite pero lo que encontré más rápido y efectivo era
poner el dedo debajo. Fue muy gracioso y pringoso pero no deja de ser un
razonamiento abductivo.
Como he mencionado antes, no siempre estamos
seguros de que los juicios sean verdaderos, independientemente de que los
hagamos. Hay veces que sabemos que son así porque tenemos base sensorial sobre
ello y por tanto tenemos certeza de que son verdad. Por ejemplo, sé que estoy
escribiendo ahora porque tengo la experiencia sensorial de estar redactando mentalmente
lo que mis manos están transcribiendo en forma de letras formando las palabras
que me encuentro escribiendo ahora.
Otras veces tenemos creencias sobre lo que
nos rodea y dudamos de que pueda ser verdad porque no tenemos la base sensorial
necesaria para estar seguros de ello. Por ejemplo, hace 15 minutos mi perra
estuvo dando a la puerta pero no sé si
es porque se avecina una tormenta, porque tiene frió o porque quiere jugar.
Pero hay otros juicios extraños y son esas de
las que estamos seguros que son verdad pero no tenemos una base sensorial que
las confirmen. Por ejemplo, estoy convencida de que mañana el coche va a
arrancar a la primera, me ha pasado más veces que no arrancó a la primera y
tuve que tirarle por la cuesta para arrancarle, pero estoy segura de que mañana
va a arrancar sin problemas pese a no tener base sensorial de ello. Considero
que son extraños porque se supone que estás seguro de algo cuando puedes
demostrar que es así, pero en este caso no es así, simplemente estás convencido
de ello.
Acorde con esto, desde que estoy en la
universidad tiendo a acortar palabras incluso utilizar siglas para que me sea
más fácil tanto redactar los apuntes como estudiar en base a ellos. No creo que
sea un problema pero es que lo hago tan a menudo que luego no me acuerdo de lo
que significan. Si a eso le añadimos mi desorden a la hora de elaborar apuntes,
cuando me pongo a estudiar tengo que pensar porque lo relacioné o cómo intenté
elaborar las siglas para saber lo que quería decir.
Por cierto, el tercer nivel es conexión.
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