La
primera hora, más o menos, del martes al viernes, hicimos una pequeña revisión
de los días anteriores. La revisión del martes no la hice porque no me sabía el
horario pero al del miércoles, fue distinta. Me explico. Me dijeron de hacer un
diario personal con preguntas guiadas.
Lo
primero que noté es que, tanto a nivel personal haciendo la revisión como
a nivel grupal en las revisiones en grupo, hay numerosas diferencias. Por
ejemplo, con preguntas guiadas es mucho más fácil contestar, porque sabes a lo
que contestas, mientras que cuando no hay pregunta, seguimos la secuencia de
actividades que hicimos el día anterior. Al trabajar en grupo me doy cuenta de
las cosas que pasé por alto, o que al menos no fueron relevantes para mí.
A
continuación, John nos explicó los niveles de significado: NIVEL 0 (sin
interpretaciones, estímulo), NIVEL 1 (básico, cómo comprendemos el mundo,
descripción neutral), NIVEL 2 (sentir como aprendemos, no hay ideas aisladas) y
NIVEL 3 (significado personal, conectar con tu experiencia). Diferenciar entre
los dos primeros niveles fue fácil pero hacer la distinción entre el 2 y el 3
fue más complicado, al menos nos costó distinguirlos.
Digo
que nos costó diferenciarlos porque tuvimos que descubrir los 4 niveles en dos
experiencias individuales, una positiva y otra negativa. Curiosamente, me
resultaba más fácil distinguir en las experiencias de mi compañera que en la
mía y a ella le pasaba lo mismo.
Después,
continuamos realizando la línea temporal con las emociones de las experiencias
anteriores para relacionarlas con cada parte de la experiencia y reconsiderar
si las etiquetas anteriormente adjudicadas a cada experiencia sigue siendo la
misma o ha cambiado. Es decir, extender la atención.
Una
de las anécdotas con mi coche más memorable aparcando fue hace casi un año. Mi
coche tiene 22 años y la dirección es resistida. El caso es que me dejaron como
10 centímetros en total por delante y por detrás. La paciencia con mi coche es
nula y uno de los coches era un todoterreno con bola, con lo que yo tenía las
de perder y un golpe más o menos en el coche tampoco me importa mucho. Como era
previsible saqué el coche pero un golpe considerable. A los 3 minutos volví y
el todoterreno ya no estaba. Y me entró la risa.
Mi
primera etiqueta fue la de no tener demasiada consideración con el dueño del
todoterreno y tirar piedras al río (cosa que no hice), duraron apenas 3 minutos
porque al volver y ver que no estaba, me di cuenta que soy una cagaprisas y que
tengo que tener más paciencia con el coche (además de no dejarle el espacio suficiente
al todoterreno para que volviera a aparcar en ese sitio, que me arrepiento de
haberlo hecho). Cambié de estar enfadada conmigo misma a reírme de mí
misma.
Finalmente,
hicimos una comparación de las experiencias e hicimos un listado de aprendizajes.
Con la comparación de experiencias mejoramos conocimientos.
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