En la última clase teórica de
PDE, fue cuanto menos divertida e interesante. Comenzamos con un ejercicio de
representar lo que para cada uno significa el tiempo. Mi dibujo fue el
siguiente:
Como
de costumbre, mis dibujos no suelen ser dignos de ver y necesitan explicación.
Para mí, el tiempo es algo imaginario, es decir, para cada uno es totalmente
diferente, aunque todos lo midamos generalmente de la misma forma, con minutos,
horas, días semanas, meses, años, etc... Lo que normalmente entendemos por
tiempo existe antes que cada uno de nosotros, aunque para cada uno comience
cuando nacemos.
Volviendo
al tema, en el dibujo quería representar eso mismo, es decir, un biberón,
un vaso, una botella, un río, una catarata (es una catarata aunque no lo
parezca) y el mar. Puede tener un poco de lógica el hecho de los tres primeros
dibujos ya que en los primeros años de vida el tiempo es algo que tenemos por
imposición, seguimos una pautas y unos horarios que debemos cumplir.
Cuando
somos un poco más mayores, quizá en la adolescencia, no estamos tan de acuerdo
con las imposiciones de horarios y podemos cambiar de decisiones como el río
cambia a lo largo de su recorrido, no siempre pasa por el mismo lugar, ni con
la misma presión.
Sin
embargo, sobre los 30-40 años la percepción del tiempo va cambiando al igual
que cuando un río atraviesa unas cataratas o choca con alguna roca que se
encuentra a su paso. Para mí, las rocas o las cataratas (que también aparecen
en las anteriores etapas) son experiencias que cada uno de nosotros tenemos a
lo largo de la vida y que nos ayudan a encauzar nuestra vida y nos condiciona
de una manera u otra.
Posiblemente,
cuando más mayores nos hacemos, más valoramos el tiempo y disfrutamos de él.
Puede ser que se pase más rápido el tiempo, pero creo que es motivo de alegría
porque interpreto que cuando disfrutas de algo, el tiempo se pasa muy rápido,
al menos a mí me pasa. También reflexionamos sobre nuestra vida, que puede
hacerse, y es importante, en las etapas anteriores pero, en muchas ocasiones,
no se lleva a cabo por falta de tiempo (¡Qué paradójico!).
En
PDD, tratamos este tema desde el punto de vista de un término que me llamó la
atención, la epigénesis, y del que escribí un post.
Personalmente,
creo que uno de los problemas que muchos de nosotros tenemos con la falta de
tiempo es por falta de gestión. Quiero decir, queremos hacer tantas cosas a la
vez que las terminamos haciendo pero mal. Creo que no tengo ese problema porque
intento organizarme con antelación y quitarme trabajos, en ocasiones con
demasiado tiempo previo. Este hecho me provoca dos sensaciones distintas: es
relajante porque ya no lo tengo que hacer, pero la espera hasta que responden
es angustiosa, porque en muchas ocasiones hasta que no lo mandan todos
estoy con la incertidumbre. Aunque sí que es cierto, que prefiero estar
con la sensación de si estará bien o mal a verme en la situación que tener que
entregar algo y no poder tenerlo a la fecha estipulada.
Soy
consciente de que es difícil, en muchas ocasiones, organizarse y gestionar el
tiempo. Recuerdo que hace casi un año, cuando estaba en los exámenes de
selectividad, en todos los exámenes teníamos 1 hora y media para hacerlos y yo
era de las que prefería perder 5 minutos antes de comenzar con una opción
u otra.
En
relación con la gestión del tiempo, hicimos una reacción química que me trajo
muchos recuerdos. Se trataba de reflexionar si se puede hacer todo, es decir,
si todo vale o si todo funciona. En un recipiente con piedras más o menos
grandes, la profesora con una bolsita de piedras pequeñas blancas propuso a una
compañera si podía meterlo en el recipiente con las piedrecitas blancas.
Tras
conseguirlo, le dijo que si podía meter algo más en el recipiente y respondió
algo que parecía un bote de "sal" o "azúcar" y lo
introdujo en el recipiente con las piedras grandes y las pequeñas. La profesora
volvió a preguntar si cabía algo más y respondió que agua. Cuando se introdujo
el agua, la sustancia comenzó a reaccionar con el agua y se derramó todo el
contenido tanto de agua como de sosa cáustica (NaOH).
Tenemos
que tener en cuenta los límites y las consecuencias de nuestras posibles
decisiones a la hora de gestionar el tiempo. Hay veces que debemos elegir o
hacer cosas que no queremos por otras que quisiéramos hacer, es decir,
deliberar entre lo que debiéramos y lo que queremos o tenemos que hacer.